lunes, 22 de abril de 2013



CONSIDERACIONES SOBRE "TESIS SOBRE UN HOMICIDIO"

El cine argentino está dando gratas sorpresas en los últimos años. Hasta los exitazos de "El hijo de la novia" y la maravillosa "El secreto de sus ojos" apenas había visto unas pocas películas de esta filmografía y así de "carrerilla" podría mencionar la famosa en su momento "La historia oficial" y las eróticas interpretadas por Isabel Sarli y dirigidas por Armando Bó como "Fuego", "Carne" o "Fiebre" en añejos y olvidados cine fórum o salas de aquellas llamadas de arte y ensayo. En esta última década es posible que haya visto más cine de ese rincón de Sudamérica que lo que había visto antes en toda mi vida.


Esta que tratamos hoy viene muy marcada por la celebérrima y muy premiada "El secreto de sus ojos" de Campanella; no en vano, la publicidad avala de forma muy rápida mi tesis al anunciarla como producida por la misma gente que el último Oscar hollywoodiense de los de la tierra de Maradona y estar interpretada por el excelso Ricardo Darín.
Y no nos vamos a engañar, este "Tesis sobre un homicidio" es entretenida, se lleva bien y no molesta nada en absoluto, pero no va a pasar a la historia del cine y no puede soportar, ni un mínimo, las comparaciones con "El secreto de sus ojos".
Muchas referencias a Hitchcock, a Brian De Palma y algunos planos muy alambicados y complejos, como el travelling circular donde el protagonista intenta encontrar un objeto incriminador en diferentes estancias de su domicilio, muy en la onda de aquel mítico y acongojante falso plano secuencia en el estadio de Racing de Avellaneda, en la obra maestra de Campanella.
La trama no se sostiene y la intriga policial es bastante inexistente, al saber casi al inicio quien es el malo y el asesino de turno. Muchas lagunas de guión, pero tampoco importa demasiado porque no parece ser lo más importante para su director; Hernán Goldfrid, bastante más preocupado en crear atmósferas intrigantes, planos complicados técnicamente y filmar hasta el último gesto de un gran Ricardo Darín, que vuelve a demostrar su enorme talento interpretativo y supongo que es el principal reclamo de "Tesis sobre un homicidio", le acompaña una correcta y aseada nueva actriz de nombre Calu Rivero, un habitual de este tipo de producciones como Arturo Puig y un Alberto Amman, que no pienso que no reúne las mínimas garantías para crear al antagonista y se pierde en una inexpresividad que no aporta nada a su personaje.
Esto de crear supuestos crímenes perfectos que acaban enfrentando a dos inteligentes hombres, me recuerda demasiado a aquel experimento hitchcockiano titulado "La soga" y que me lleva a admitir que prefiero ver clásicos que cintas modernas, aunque se inspiren en inmortales títulos. Sé positivamente que mucha gente no piensa así y tal vez con algo de razón, pues para cierta gente, ser película en blanco y negro o tener más de cincuenta años es sinónimo de calidad asegurada y tampoco es eso, pero a mi me hace disfrutar mucho y el cine es eso; diversión, aunque la veces que he comentado alguna entrada de algún film que no sea de actualidad no ha tenido demasiadas visitas, salvo la de la trilogía de El padrino, aunque algo puede tener que ver hablar de comida, amigos y nostalgia, que viene a ser un poco la casa de todos.

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