miércoles, 3 de julio de 2013
CONSIDERACIONES SOBRE "AZKENA ROCK 2013" (VITORIA 28,29-06-13)
Todos los años voy a unos cuantos festivales, pero sin duda este es mi preferido. Llevo pasándome por Vitoria, unos cuantos Azkenas seguidos, buscando descubrimientos musicales y grupos consagrados que me suelen gustar mucho. Este año no ha sido ninguna excepción, pues a pesar de la crisis que ha generado un cartel bastante más modesto y un día menos de conciertos, la calidad ha sido innegable y he disfrutado un buen número de bandas que ahora, con más detalle, pormenizaré.
Eso si, muchos hemos echado de menos los conciertos matinales en la Plaza de la Virgen Blanca, pero otra buena cosa que se ha llevado la drástica reducción de presupuesto. Pero vayamos a lo realmente importante que son los dos días de festival.
VIERNES 28
Me perdí las actuaciones de Quaoar y the Socks por problemas logísticos y llegué un poco antes del inicio del concierto de Sex museum. Tenía ganas de escuchar lo que podrían ofrecer en la actualidad esta clásica banda madrileña. Y la verdad es que no parece haber pasado el tiempo por ellos, ya que con sus veintiocho años de trayectoria, realizaron una estupenda actuación, de sabores añejos, ya que todo lo que tocaron era anterior a 1990, con ese genuino sonido garajero que siempre les ha acompañado, y del que tengo que destacar ese impresionante "mashup"; "Smoke on the party", cruce e híbrido del "Smoke on the water" de Deep Purple y el "(You gotta) fight for your right (to party) de los Beastie Boys. Una extraordinaria forma de comenzar esta edición del Azkena.
Pero inmediatamente y en las vallas del escenario pequeño, asistía a mi primera gran sorpresa del festival. Se trata de The sword, cuarteto texano, que juegan entre el doom metal y el stoner rock. Guitarras muy contundentes y un sonido denso, pesado y muy hipnótico que podían recordar a unos mismísimos Black Sabbath. Uno de los grupos a seguir y de los que estoy deseando ver en sala. Convencieron a bastante parte del respetable allí congregado.
M clan habían sido uno de los más criticados del "Line up", pero sabían donde estaban y decidieron no tocar sus temas más comerciales y atacar con su vertiente más roquera. Buen sonido, buenos músicos y bien de voz Carlos Tarque, aunque en su correcto repertorio, destaca un "lunar", con una interpretación del "Baba O´Riley" de The Who bastante discutible.
Alberta Cross son una banda inglesa de esas consideradas "indies", que no me transmitieron demasiado y a los que abandoné para conseguir un buen sitio para "los cuervos".
The black crowes son una de las bandas que más han influenciado en la actualidad y uno de mis conjuntos favoritos. Los he visto varias veces en directo y casi nunca me han defraudado, pero en esta ocasión realizaron un concierto impresionante y que tardaré tiempo en olvidar. Tocaron una hora y cincuenta minutos donde repasaron sus grandes composiciones como "Sting me", "Remedy", "Jealous again", el "Hard to handle" que unieron con el "Hush" de Deep Purple para finalizar o el "Twice as hard" con el que empezaron. Un Chris Robinson que demostró por qué es una de las mejores voces que ha dado el rock y encima se lo pasó en grande encima del escenario y una banda, encabezada por la elegancia de Rich Robinson, que a pesar de los múltiples rumores de separación, siguen sonando perfectos en cada acorde y en cada melodía. Magistrales.
Tras los estadounidenses, les llegaba el turno a otro de los platos fuertes del cartel. Los Smashing pumpkins, que realizaron un concierto de más a menos en su hora y veinte minutos aproximadamente de actuación. En la actualidad suenan muy bien y Billy Corgan se ha sabido rodear de buenos músicos y en la primera media hora pudimos disfrutar de genialidades como "Tonight, tonight", "Cherub rock" o "Disarm", pero en el momento que empezaron con discos más actuales y el "Oceanía" que venían a presentar, la cosa decayó y ya no se pudo reconducir, por lo que el final fue una pequeña tabla de salvación contra el hastío. Además, ¿por qué no tocaron "Today"?.
Con las defensas bajas, llegó la segunda gran sorpresa de este viernes: The sheepdogs, una banda canadiense que llegaron a última hora sustituyendo a Modest Mouse y que se llevaron un "montón" de nuevos seguidores, entre los que me incluyo. Ecos de Black Sabbath, mezclados con southern rock, en una colección de temazos de los que quiero destacar las impresionantes "Feeling good" o "I don´t know". A otros a los que hay que seguirles la pista.
Concluyó la jornada con los suecos Horisont, banda que sonó muy parecida a Graveyard o Witchcraft y que servía de gran colofón a la primera jornada. Y nuevamente ecos de Black Sabbath y de doom metal.
SÁBADO 29
llegué con el concierto de Troubled horse iniciado, por lo que no puede asistir al de Heavens basement. Los suecos mezclaban doom con blues o psicodelia con facilidad y la verdad es que estuvieron muy entretenidos el rato que los vi. Eso si, sorprendía tanto grupo de tinte doom a lo Black Sabbath.
Los zigarros no tenían demasiada cabida en el cartel y con su rock sin demasiadas "florituras" a lo Tequila, no ofrecieron más de lo que podían dar. Hasta se atrevieron con una versión del "Bailaré sobre tu tumba" de Siniestro total".
Pues en estas estábamos, cuando aparecieron los grandes triunfadores del sábado y uno de los directos que más me han emocionado en los últimos años de un grupo que no conozca. Se llaman JJ Grey & Mofro y lo que nos hicieron vivir allí es algo inenarrable. Este sexteto de Jacksonville, Florida tocan un rock sureño de la más alta calidad. No en vano acabaron su actuación con un solo de guitarra, batería, bajo, órgano Hammond, trompeta y saxo. Una hora de absoluto deleite y por lo que como decía en el encabezamiento merece venir hasta Vitoria. Una pasada. El único pero, es que no quedamos con ganas de más, ya que su hora se hizo muy escasa.
Tras la brillante interpretación de JJ Grey & Mofro, tocaban en el escenario pequeño otra banda más con referencias a Black Sabbath, psicodelia y riffs pesados y saturados. Se trataba de Uncle acid & The deadbeats, a los que sin sonar nada mal, no les presté la atención debida.
Otro de los motivos por los que no presté demasiada atención a Uncle acid, fue porque tenía que encontrar buen sitio para escuchar a Los enemigos, santo y seña de mi juventud y una de las bandas que más han marcado mi adolescencia. Tocaron casi todos sus clásicos: "La cuenta atrás", "Antonio", "Septiembre", "Desde el jergón", "La otra orilla" o "John Wayne", en una hora donde demostraron que los de Josele Santiago siguen en una forma admirable.
Gov´t mule eran uno de los principales reclamos del sábado, pero con los de Warren Haynes me sucedió lo mismo que la otra oportunidad que los vi en festival. Son un grupo de "bolo" en sala de tres horas y en solitario y en su hora y veinte minutos aquí, llegaron a distanciarme mucho. Su virtuosismo en innegable y saben combinar el blues con el rock sureño de forma formidable, pero en un festival terminan por agotar con tantas horas y tanto grupo.
Tanto es así que la actuación de The gaslight anthem, con su rock indie con toques punk, fue denigrada hasta la saciedad por mis doctos acompañantes, y no lo digo de broma, saben mucha música, aunque a mi me pareció bastante correcta y lo dieron todo en el escenario con grandes temas como "American slang" y una nueva versión del "Baba O´Riley" de los Who. Se les veía encantados e incluso se permitieron la broma de decir que ellos eran muy seguidores de The Black Crowes y tocando los primeros acordes de "She talk to angels" preguntó si la habían interpretado.
Desgraciadamente no quedaban fuerzas para Walking papers y Rocket from a crypt, así que hasta aquí llega la crónica de este año.
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Envidia por haber asistido una vez más a los Black Crowes. Yo creo que solamente los he visto una vez en... ¿Canciller puede ser? No recuerdo bien.
ResponderEliminarSobre Smashing Pumpkins, lo de siempre: Corgan es un estúpido. Y eso que Oceania no es mal album. Con éstos sí que tuve la suerte de asistir a lo que fue su epitafio en el Wembley Arena en el último concierto que dio la banda con su formación clásica. Aquello sí que fue un privilegio.
Besos.
Ya lo creo que fue un privilegio, aunque después de tanta gente que ha pasado por los Smashing pumpkins, ahora si ceo que el Corgan ha sabido rodearse de buenos músicos.
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