CONSIDERACIONES SOBRE "EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS"
Un seguro taquillazo. Supongo que a nadie le extrañará. Viene precedida del éxito de "El origen del planeta de los simios" y buena parte del público esperaba ansiosa esta continuación que sin llegar a los límites de perfección de su antecesora, es un producto magnífico y muy bien elaborado.
Y encabezo la entrada así porque "El origen del planeta de los simios" me pareció la gran sorpresa del año 2011. Una estupenda película, narrada con gran acierto y en la que apenas puedo encontrar casi ningún defecto evidente, salvo la "pobre" Freida Pinto, con uno de esos papeles de "chica florero" con los que de vez en cuando Hollywood nos sorprende. Todavía recuerdo el vergonzante ejemplo que sería el personaje de Liv Tyler en "Armageddon".


Todo el capítulo técnico, por descontado, es de una factura brillante, comenzando por los efectos especiales, integrados de forma magnífica en la acción. Tan bien integrados que hasta se olvida que los simios son creados por ordenador y actores con captura de movimiento. En este último punto, sobresale Andy Serkis como César, aunque el malvado Koba es otro prodigio. Buena ayuda para la ambientación se consigue con la intrigante luz de la fotografía del veterano Michael seresin, que no en vano, firma trabajos tan sobresalientes e inquietantes como "El expreso de medianoche", "El corazón del ángel" o la mejor entrega de Harry Potter, que en mi opinión es "El prisionero de Azkabán". Si a esto sumanos la grandeza del músico de cabecera de J.J. Abrams; Michael Giacchino y el excelente montaje de William Hoy y Stan Salfas, nos dan como resultado ciento treinta minutos de deleite visual y una de las propuestas a tener más en cuenta del verano. Y además sale Gary Oldman.
Eso sí; deja estupefacto la dicotomía empleada en el alegato ecologista de la historia, ya que vemos que el progreso conlleva la destrucción de la raza humana y los simios mucho menos evolucionados tecnológicamente, conviven en armonía, merced al caudillato de su líder César. Cuando este cae en desgracia, otro simio llamado Koba, curioso, ya que era el apodo de Stalin. toma el poder con una revolución armada, sojuzgando y creando extensas prisiones a fieles al antiguo jefe y humanos. Solo acabará con un nuevo golpe de estado al nuevo tirano.Mientras tanto simios y humanos se limitan a cumplir los desempeños encargados por sus líderes. Curiosa metáfora de los tiempos que vivimos donde la libertad es un termino "a la baja", mientras que aunque denostemos a los políticos, lo único que parece querer la población es más estado, menos responsabilidad y más dádivas a cambio de nuestra libertad. Y no me gusta esto.
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