lunes, 4 de marzo de 2013



CONSIDERACIONES SOBRE "THE MASTER"

En esta entrada quiero comentar mis impresiones sobre la nueva película de Paul Thomas Anderson, uno de esos directores que arrastran legiones de admiradores entre el público independiente. Por desgracia, no soy uno de estos y si, en verdad, me gustan dos filmes suyos como "Boogie nights" y "Embriagado de amor", el resto de su filmografía me parece muy irregular desde las sobrevaloradas "Magnolia" o "Pozos de ambición" hasta llegar a este "The Master", que según muchos de sus seguidores y buena parte de la crítica opinaron que las tres nominaciones en la última edición de los Oscars, no hacen justicia a este producto.
"The Master" intenta hacernos comprender el por qué ciertas sectas consiguen embaucar a numerosas personas y de forma directa la cienciología, por lo que la idea original es muy atrayente. Todo el reparto está  magnífico, con un inconmensurable Joaquin Phoenix, muy bien secundado por Philip Seymour Hoffman y Amy Adams, algunos planos son de un gran talento, pero la sensación de irregularidad no se puede evitar en ningún momento. Y ¿por qué?. Todo es debido a como lo narra Paul Thomas Anderson. "The Master" en buena parte de sus más de dos horas de metraje provoca hastío, sopor, desconexión y un aburrimiento mortal. Supongo que habrá público que le sorprendan los insertos repetidos, que bastantes diálogos estén rodados en plano-contraplano para potenciar el carácter intimista de la historia o que la banda sonora sea bastante atonal y compuesta por Jonny Greenwood, bajista del grupo ícono de "indies" Radiohead. Yo no lo soy.
Lo que si me ha hecho reflexionar este filme es el motivo por el cual ciertos sectores de la población son arrastrados al mundo de las sectas. y en esto, pienso que Paul Thomas Anderson acierta al ambientarla al acabar la Segunda Guerra Mundial. Es un momento donde muchos de los combatientes y sus familias tienen importantes problemas psicológicos y donde es bastante sencillo captar nuevos seguidores con promesas de regresiones al pasado más íntimo, extraterrestres o respuestas convenientes mezclando, psicología con religión, es decir, creando una pseudociencia.
En la actualidad no estamos tan lejos de estos "timos" que deterioran nuestras mentes y en especial nuestras carteras. Todavía se puede observar el buen momento de adivinadores, videntes y otros gurús que aprovechan de forma miserable, la crisis económica en la que vivimos. Su núcleo de acción suelen ser las clases más humildes o con peor preparación, utilizando el viejo sistema de decir lo que queremos oir o usar ambigüedades que pueden valer para afirmar una idea o su contraria. De hecho, muchos de los textos sagrados de las principales religiones oficiales, utilizan este mismo sistema.
Pero las clases medias, altas o más instruidas tampoco se salvan de la "quema" y es impresionante ver la cantidad de manuales de autoayuda, multitud de programas para conseguir estabilidad emocional, muchos basados en religiones orientales o extrañas al mundo occidental y una moda new age que asola el planeta. Supongo que es debido a que hemos perdido parte de nuestros valores y mucha moralidad. En esto, como en casi nada, soy ningún ejemplo, pues me incluyo al resto.Pero si que me alarma un poco, el buenismo y la infantilidad que veo a menudo en los argumentos de algunos comentaristas, tertulianos, conocidos míos, auténticos desconocidos que leo y gente con la que hablo. Así es muy fácil, convencer y convertir en crédulos utilizando el mismo sistema que los videntes. Es más difícil intentar razonar con lógica y no creernos el ombligo del mundo que escuchar lisonjas sobre lo bien que nos irá siguiendo esto o lo otro.


Y es que en esta vida, casi todo se consigue con esfuerzo, algunas veces con mucho esfuerzo y nunca me he fiado de aquello que o es demasiado simple o que depende de seguir a algún líder. Me gusta demasiado mi libertad.

2 comentarios:

  1. Bastante de acuerdo con tu opinon de Paul Thomas Anderson, The Master me pareció un despliegue brutal de potencia interpretativa por parte del trio protagonista, en cambio la narración, tal vez por mis propias carencias, me resultó un poco vacía, si es que el retrato de los inicios de la cienciología y la captación de adeptos en momentos de crisis era de lo que iba la peli. Será Anderson mejor director de actores que narrador de historias? (si es que esto es posible)

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu opinión. ¿Habrá que empezar a pensar que Anderson dirige mejor a actores que las propias películas?

    ResponderEliminar