martes, 24 de septiembre de 2013


CONSIDERACIONES SOBRE "LA CIUDAD DE LIVERPOOL"

A raiz del estreno de la película "Rush", comentaba que todavía no se había hecho todavía el filme definitivo sobre fútbol. Por lo que hoy nos trasladamos a la ciudad de Liverpool, donde he vivido mi gran momento futbolero visitando el mítico estadio de Anfield. Una de esas visitas que no se olvida fácilmente.
Y creo que todavía no lo había comentado, pero soy un gran amante del balompié. Un tipo que es capaz de recorrer distintos puntos de España y Europa para ver partidos. Y no solo los de mis equipos, que tengo varios, sino de ligas distintas en distintos paises.

Pero Liverpool, además de fútbol, también ofrece múltiples posibilidades para pasarlo muy bien. Como ciudad universitaria que es, tiene una interesante vida nocturna, llena de bares y pubs de distintos estilos musicales. Incluso llegué a conocer un local llamado The swan, un pub inglés de toda la vida con sus innumerables grifos de cerveza y barra y decoración de madera, pero donde la música era rock y heavy metal. Impresionante.
Y es que la música es algo capital aquí y el espíritu de The Beatles pasea a lo largo y ancho de toda la ciudad. Desde los famosos Albert Docks con el río Mersey que cruza la ciudad, las dos catedrales, católica y anglicana, muchas calles convertidas en inmortales por el cuarteto más famoso y el mítico "The cavern", uno de los locales más famosos del mundo. ¡Si hasta el aeropuerto tiene el nombre de John Lennon y han colocado un submarino amarillo!
Pero volvamos al fútbol. En esa ocasión llegaba a presenciar una semifinal de la Europa League, junto con mi primo, entre el Liverpool y el Atlético de Madrid, equipo del que soy simpatizante, aunque mi equipo sea el modesto Rayo Vallecano y en segundo lugar el Cádiz. Elegí sufrir. ¡Que le vamos a hacer!
Visitar Anfield es llegar a uno de los templos con más solera del mundo del fútbol y la verdad es que impresiona escuchar el "You´ll never walk alone" en directo. Algo que hay que vivir y que no se puede transmitir con palabras o letras. Pero si algo hizo el viaje especial, fue por una anécdota en los prolegómenos del partido. Salíamos de The cavern y necesitábamos encontrar un taxi que nos llevase hasta Anfield Road. Vimos a otros dos seguidores colchoneros y decidimos tomarlo juntos, cuando de repente se puso a llover. Intentamos sin suerte encontrar alguno y cuando vimos acercarse uno, un hincha local lo tomó antes. Al ver nuestra cara de decepción, nos invitó a subir y durante todo el trayecto hablamos amigablemente de la pasión común. Al salir nos indicó donde estaba el estadio, pero antes nos dijo que si le queríamos acompañar a su peña. le dijimos que encantados y esta resultó ser "The new Derry", una de las más antiguas del equipo "red". Nos presentó al presidente, nos mostró las réplicas de los últimos trofeos ganados y que el club les había regalado y nos invitaron a unas buenas pintas de cerveza. Así es como yo entiendo el fútbol. Una afición que sirve para unir y no para dividir. He encontrado en estos años muchos amigos, a los que por fortuna a algunos sigo manteniendo, que probablemente no hubiese conocido de otra forma, por lo que la gente que odia y solo desea pegarse con el contrario no lo entenderé ni mucho menos lo compartiré. Por eso me duele tanto ver la violencia que genera en algunas personas, algo que a mi me ha dado muchos momentos memorables. Pero como dijeron en el pasado: ¡Hay gente pa to!

2 comentarios:

  1. ¡Ay, el Rayito! Qué penita que ya está colista con la goleada en el Sánchez Pizjuán. Desde que perdió aquel partido contra el Levante en casa no levanta cabeza. Con el partidazo que hizo aquel día con uno menos...

    Arbalejo

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