lunes, 4 de julio de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE EL AZKENA ROCK 16 (VITORIA 17-18-06-16)

Casi todos los años, salvo el pasado, me suelo pasar por Vitoria a ver el festival rockero por antonomasia de los que se celebran en la península ibérica. Este año tampoco he faltado y la crónica la he escrito para La Caravana del Rock, por lo que el enlace se puede acceder pulsando aquí




El Azkena Rock Festival es una de las citas ineludibles para cualquier amante del rock que se precie. Y en este 2016 el cartel era de los más atrayentes de los últimos años, dos días de conciertos entre el viernes 17 y el sábado 18 de junio de 2016, con más de una mejora en el excelente recinto como es la interesante oferta de comida y bebida y la ampliación del segundo escenario, retirando la carpa y dejándola al aire libre. Por cierto muy bonitos los tres escenarios, con los nombres de los fallecidos Lemmy Kilmister, David Bowie y Scott Weiland (más la carpa Merle Haggard) y una decoración con caricaturas de los rostros de los músicos. Una idea que gustó a casi todo el público.
Azkena Rock ´16
VIERNES 17
Los directos comenzaban en la vitoriana Plaza de la Virgen Blanca con JULIÁN MAESO, del que ya hemos escrito en más de una ocasión y que sigue con su exitoso One way ticket to saturn”. Por desgracia la lluvia solo le dejó interpretar cuatro canciones y fue reubicado por la tarde, aunque no pude verle por solaparse con Vintage Trouble, me dijeron que estuvo soberbio como siempre. En pleno diluvio, les tocaba abrir fuego a los vizcaínos THE FLYING SCARECROW, banda de metal bien elaborado, aunque tocaron con el público alejado y resguardado bajo los toldos que la organización había colocado estratégicamente, aunque algunos aventureros se situaron bajo las tablas, comulgando con lo que ofrecieron en sus 35 minutos el quinteto de Sopelana. Banda a Julián Maesoseguir. Del principal pasaba al tercero para ver a JARED JAMES NICHOLS, trío encabezado por el de Wisconsin y que fusionan el rock con el blues y que en tres cuartos de hora dejaron muy buenas sensaciones, a pesar de la lluvia. De ahí corriendo a ver a DANIEL ROMANOy su fusión de country y folk con sonidos más actuales tipo stoner o post punk. No es que estuviese mal, pues me quedo con temas como “Toulose” o “I had to hide your poem in a song” pero no trasmitió demasiado y sus 45 minutos resultaron demasiado fríos. Y tras el canadiense llegaban los californianos VINTAGE TROUBLE, a los que pude ver el año pasado como teloneros de AC/DC. Todas las buenas sensaciones se confirmaron con uno de los conciertos más espectaculares del festival, cuarteto vestido de traje “en modo años cincuenta” y con un front man impagable como Ty Taylor que a pesar de la lluvia nos hizo bailar, cantar sus canciones e, incluso, se arrojó al público. 50 minutos de swing, blues y rock con “temazos” como “Pelvis pusher”, “Run like the river”, “Doin’ what you were doin’”, “Not alright by me” o “Nobody told me”.  Me declaro fan de los estadounidenses. En mí opinion los triunfadores del Viernes. Del David Bowie tras el arrollador paso de Vintage Trouble fui al Lemmy Kilmister a disfrutar de una de las grandes damas del country como LUCINDA WILLIAMS y desde el  “Protection” o el “Can´t let go” con el que comenzó hasta la versión del “Rockin’ in a free world” con la que finalizó, daba la impresión de estar viendo a una leyenda de la música americana. Eso es lo que representa Lucinda Williams y aunque en su hora y cuarto tuviese temas tan locales que resultasen más complicados de llegar para el espectador medio, fue una lección de profesionalidad y de respeto al género propio de los Estados Unidos, ¡y además cesó de llover!  Y más del país de las “barras y estrellas” con BLACKBERRY SMOKE, uno de los quintetos fundamentales del rock sureño y que ya vi presentando su “Holding all the roses” el año pasado en el Download inglés y que desde los primeros acordes del “Fire in the hole” dejaban a las claras su gusto y su talento con la música. Los georgianos convencieron en sus setenta minutos con temazos del calibre de “Six ways to Sunday”, “Let me help you (find the door) o “Ain´t much left of me”. Y de la clase de los de Atlanta a los suecos  THE HELLACOPTERS, que sustituían a última hora a Vintage TroublePrimal Scream, cambio que al que suscribe le encantaba, pues solo se ha podido ver esta reunión en el Sweden Rock y aquí, la banda que inició la llamada “ola escandinava” que siguieron bandas del calibre de Gluecifer o Backyard babies. En su hora y veinte minutos desgranaron, sobre todo, su mítico primer disco “Supershitty to the max!”, una genialidad que los Nicke Royale y Dregen interpretaron ante un entregado respetable. El único debe es el sonido que no terminó de convencer. Aun así gran concierto. No se puede decir lo mismo de DANZIG, la gran decepción de la jornada, pues es una banda que adoro y nunca había podido ver en directo pero a pesar de los buenos músicos que traía, Glenn Danzig no es “ni sombra de lo que fue” y con una voz fuera de tono y con gritos sin sentido se dedicó a destrozar clásicos de su repertorio como “Mother” (¡por Dios, que mal sonó!) o del reciente “Skeletons” como “Devil´s angels” o “Satan”.  Una pena. Para cerrar el día el curioso espectáculo “Gutterdämerung”, una proyección de sesenta y cinco minutos sobre el bien y el mal en clave de rock, con Henry Rollins declamando en vivo, Lemmy, Tom Araya, Iggy Pop o Slash como actores en el largometraje y una banda de rock en directo tocando temas propios del film y versiones de Black Sabbath, Motorhead o Slayer. Un “fin de fiesta” magnífico para una buena jornada de viernes.
SÁBADO 18
Comenzábamos la andadura en la Virgen Blanca para ver a LUKE WINSLOW- KING y su blues de raíces profundas, blues del delta de su Nueva Orleans natal con el aderezo de rock & roll. Su carta de presentación era su último disco “Everlasting arms” y con temas como “Cadillac Slim” dejó unas grandes sensaciones. De ahí visité los excelentes bares que ofrece la capital alavesa y entre pinchos y txacolí, llegué al recinto mendizabala justo antes de comenzar en el tercer escenario los sevillanos THE MILKYWAY EXPRESS, que convencieron a los presentes con su blues-rock con tintes setenteros. Un inicio magnífico que The Milkyway Expresscontinuó con RAVENEYE, el trío de Oli Brown que pudimos ver por aquí en los extintos “Isla del Blues” y “Serie Z”. Siguen en un momento álgido, con su virtuosismo con las seis cuerdas, temas como “Run away” o “Home sweet home” que le hicieron tocar y cantar entre el público o interpretar un solo encima de los hombros de su bajista Aaron Spiers. De 10. Tanto que por el concierto de los británicos y la acumulación en el David Bowie, no pude disfrutar como debía de los australianos RADIO BIRDMAN, uno de los platos fuertes de la jornada. Pura energía y que en su hora y diez minutos repasaron una carrera que lleva desde mitad de los setenta. Se les nota mayores pero una reunificación de las históricas. IMELDA MAY estaba irreconocible, sin su tupé y su ceñido vestido cambiado por melena suelta con flequillo pero con su enérgica y peculiar voz y su banda de rock y rockabilly. Lástima que no sonó del todo bien pero su profesionalidad y un set list acertado, empezando con el “Tribal” de su último disco de nombre homónimo, hasta un final antológico con “Psycho”, Mayhem” o su archiconocida “Johnny got a Bom Bom” llevaron la singladura a buen puerto. Y tras la irlandesa, los británicos FIELDS OF THE NEPHILIM, padres del rock gótico y que realizaron un notable concierto, atmosféricos, con su indumentaria de cowboys siniestros y la voz grave y entonada de Carl Mc Coy. Muy complicado de verlos en España, agradecí las pocas personas que nos encontrábamos para disfrutar con “Moonchild”, “Love under will”, “Psychonaut”o “Last exit for the lost”, canciones que si bien tengo en disco nunca había podido escuchar en vivo. Tras ellos, el “cabeza de cartel” del festival, THE WHO en su gira 50 aniversario. 8 músicos entre ellos Pino Palladino al bajo y el hijo de Ringo Starr a la batería, Pete Townshend con su eterna guitarra solista y su hermano a la de acompañamiento y un Roger Daltrey bien de voz perpetraron un concierto memorable. Hora y media que comenzó con “I can´t explain”, “Substitute”  y oli Brown“Who are you?”, siguió con himnos  como “My generation”o “Behind blue eyes” y acabó con las inenarrables “Pinball wizard”, “Baba O´Riley”y “Won´t get fooled again”. Uno de los conciertos más grandes que se pueden ver en la actualidad. Y aunque no pensaba que pudiese seguir disfrutando en ese nivel, ahí estaba MARKY RAMONE para demostrarme lo contrario. Su Blitzkrieg 40 years of punk, se centra en un repertorio centrado en Los Ramones y en hora y veinte sonó todo lo que tenía que sonar de los inmortales neoyorkinos, y que decir de “Do you wanna dance?”, “California sun”, “Pet sematary”, “Rock & Roll high school”, “I wanna be sedated”, “Beat on the brat”, “Sheena is a punk rocker”, “Do you remember  Rock & Roll radio?”o “Blitzkrieg bop”. Un seguro como diversión y además sin parar de moverse por el escenario e interconectar con el auditorio sin necesidad de para a hablar, enlazando un tema tras otro. Y para cerrar quedaban SUPERSUCKERS, con Eddie Spaghetti a la cabeza y su solidísima rock desde el “Good livin´” de inicio hasta el “Born with a tail” de cierre. ¡Y pensar que antes llegamos a verlos en Cádiz!. Cerrojazo a un Azkena 2016 memorable.
The Who

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