CONSIDERACIONES SOBRE "EL CONSEJERO"
Miedo. Mucho miedo me daba la última cinta de Ridley Scott porque desde "Gladiator", tan solo "Black Hawk: Derribado" y algunos momentos de "Los impostores" y "American gangster" salvan el declive de un cineasta que entre sus obras se pueden contar "Alien: El octavo pasajero", "Blade Runner" o "Los Duelistas". Películas con las que ya tiene su hueco en el "Olimpo del séptimo arte" y que me obliga a seguir su irregular trayectoria en forma de nuevo estreno.
Y éste "El consejero", por momentos, eleva el nivel medio de su filmografía más reciente, pues aquí hay momentos de gran cine, sobretodo en su impresionante parte final que es de las dignas para recordar. La pena es que una de sus virtudes "a priori" se convierte en un defecto y lastra parte de la narración. Éste defecto no es otro que parte de los diálogos. Muy discursivos y bastante inverosímiles. Lo firma el famoso escritor Cormac Mc Carthy, famoso por "No es pais para viejos" o "La carretera" y en este debut como guionista opta por sus temas de siempre, donde se mueve "como pez en el agua": La codicia, la ambición, la violencia extrema, el mal y ante todo el destino trágico. Sabemos según avanza la historia que los personajes no tienen capacidad de elección, sobre todo los protagonistas y como personajes shakesperianos o de Sofocles solo pueden asistir impotentes al resultado de los acontecimientos.
La gran diferencia entre la tragedia y el drama es esa: la capacidad de elección. Mientras en el drama todo es resultado de las acciones de los personajes, en la tragedia todo viene impuesto por Dios, el destino u otras poderosas fuerzas. Y en esto, Cormac Mc Carthy es un maestro.


Eso si, Ridley Scott opta por el plano contraplano en toda la discursiva primera parte, cediendo el peso de la narración a Mc Carthy, sin arriesgar mucho, para cambiar el registro y conseguir un ritmo muy complejo e interesante en los dos últimos actos. Y en eso, es muy importante la decisiva labor de su editor de confianza; Pietro Scalia, con quien lleva trabajando desde "La teniente O´Neill" y la fotografía de Dariusz Wolski que capta la difícil luz fronteriza de Nuevo México ambientando la tragedía de forma eficiente. La parte técnica es de gran calidad, pero Scalia y Wolski destacan por la complejidad de sus cometidos.

No se si Ridley Scott ha vuelto por la senda del gran cine, hay demasiadas lagunas en "El consejero" pero es un buen camino, un excelente punto de partida. Ójala en el futuro volvamos a ver esas obras maestras de finales de los setenta e inicios de los ochenta.
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