CONSIDERACIONES SOBRE "300. EL ORIGEN DE UN IMPERIO"
Secuela de la celebérrima película que dirigió Zack Snyder en 2006. Mantiene el mismo esquema que su predecesora y por lo tanto se ve con agrado, aunque perdamos el impacto que supuso su primera parte. Lo lógico.
Pero es muy divertida y una buena forma de pasar una tarde. La dirige Noam Murro, aunque la escribe y produce Zack Snyder, tras su anterior batacazo y se nota, pues mantiene todas las características de su primera parte. Los decorados y muchos de los personajes retocados por ordenador, por lo que consigue reflejar el ambiente de cómic que persigue, violencia extrema en las batallas con profusión de miembros amputados y muchísima sangre y cuerpos torneados a la perfección, tanto en hombres como en mujeres. Aunque pienso que esconde bastante más mensaje, que la mera exhibición de virilidad y elogio de la fuerza y el combate. Llegaremos luego.



Pero a pesar de eso, la parte interpretativa es destacable, con un Sullivan Stapleton, como un Temístocles convincente, tanto como el Leonidas de Gerard Butler y una antagonista magnífica en la cruel y sádica Artemisia de Eva Green, juntos tienen una vergonzante escena de sexo, pero eso es otra cuestión. Hay que destacar a la reina Gorgo de Esparta de Lena Headey y el Jerjes de Rodrigo Santoro, bien conocidos de la anterior película.
Recomendable historia y a pesar de mi amor al mundo heleno clásico, pienso que además de diversión, nos quieren contar algo más. Y es que en estos tiempos de buenismo, diálogo y otras lindeces similares, Leonidas I en las Termópilas y Temístocles en Salamina, nos enseñan el alto precio que tenemos que pagar por nuestra libertad y que no se puede dialogar con tiranos o con gente que solo desea imponer sus ideas, como han señalado gente mucho más valida que yo. Por eso, me repugna ver la conducta de muchos de mis compatriotas, incluso de alguno de mis amigos, plegándose a ideologías caducas, marchitas, impositivas y, sobre todo, peligrosas, en aras de una democracia, camuflada por
diversos adjetivos (real. popular y términos similares). La filosofía me ha enseñado el duro camino hacia el saber y por lo tanto la libertad y que debemos defenderla con todas nuestras fuerzas, como escribió el gran Baruch de Spinoza en el siglo XVII, si queremos ser llamados ciudadanos y no siervos. Siempre defenderé aquel que luche por su libertad, la verdadera, ante la imposición y la tiranía, a pesar de que en España, y en muchos de mis círculos, eso implique acabar discutiendo contra la mayoría, pero lo mantengo; las dictaduras ni las teocracias son buenas. Son malas. Todas. Desde la romana, pasando por las comunistas y acabando por las islamitas. En estos tiempos de pensamiento débil, parece mentira que haya que escribir esto.
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