CONSIDERACIONES SOBRE "EXODUS: DIOSES Y REYES"
Más o menos por estas fechas el año pasado mostraba mi temor a las nuevas películas de Ridley Scott, a raíz del estreno de "El consejero". Scott, un director capaz de rodar genialidades y obras maestras del cine pero que está en una evidente "caída libre" artística desde hace años pero aunque solo sea por su pasado, suelo pasar por taquilla con cada reciente trabajo.
Este "Exodus: dioses y reyes" no deja de ser una actualización de "Los diez mandamientos" pero sin garra. Una adaptación innecesaria que naufraga inmisericordemente en los procelosos mares de la industria cinematográfica y que pocos factores puede congregar a su favor y por contra apunta demasiados defectos.
El primero y principal son sus dos horas y media, que me resultaron interminables, lo cual es imperdonable como espectáculo, con el añadido que conozco la historia de memoria y por lo tanto sabía lo que iba a suceder y mientras puedo ver la segunda versión de Cecil B. De Mille, la de Charlton Heston, varias veces muy entretenido, esta me resultó soporífera, larga y muy tediosa. ya solo con eso, la suspendería pero el desaguisado que a realizado Ridley Scott voy a tardar tiempo en olvidarlo. Parece mentira que un guión donde aparece gente del talento de Steve Zaillan ("La lista de Schnidler") o Jeffrey Caine ("El jardinero fiel") sea tan nefasto con unos diálogos pueriles y tan poco elaborado, no se si el grueso del trabajo lo escribieron los otros dos firmantes y ellos solo ayudaron o no lo entiendo. No creo que sea necesario contratar a cuatro profesionales para este resultado, ya que si los diálogos no son buenos, las lagunas y carencias se acentúan según transcurre la acción y algunas fases resultan muy atropelladas y otras parecen alargadas sin necesidad.

Es que ni la dirección de actores funciona, con una pareja protagonista sin fuerza y donde Christian Bale realiza la peor interpretación que le recuerde y Joel Edgerton parece que su Ramsés le queda algo grande. Los secundarios muy desaprovechados, desde Sigourney Weaver, Aaron Paul, María Valverde y Ben Kingsley y solo el Seti de John Turturro "alza algo el vuelo".
Debut como editor con Ridley Scott, del ayudante de Pietro Scalia que no tiene el mejor comienzo con un montaje que parece hecho con prisa y muy deslabazado, fotografía correcta de Dariusz Wolski que firma su enésimo trabajo con Scott y banda sonora de Alberto Iglesias que no destaca y que en algunos temas me parecieó similar al preludio de "El oro del Rin" de Richard Wagner.

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