viernes, 14 de febrero de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "HÉCUBA"

Adoro la tragedia griega. No puedo evitarlo. En general me gustan mucho las tragedias, sean cuales sean y no es de extrañar que musicalmente lo que más disfrute sea una buena ópera, incluso más que un gran concierto de rock. Así que aprovechando mi paso por Madrid, me acerqué a ver la inmortal obra de Eurípides.
Fue estrenada en la última edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida, donde este verano me pasé a ver el "Julio César" de William Shakespeare. Me hubiese encantado ver "Hécuba" en el anfiteatro romano, pero no ha podido ser y hasta su estreno en el Teatro Español de Madrid, no he podido ver el debut de Concha Velasco en una tragedia griega.

La historia es bien simple. Hécuba, esposa de Príamo, rey de Troya, espera en la playa su aciago destino junto con otras troyanas, para ser vendidas como esclavas ante los vencedores griegos. Allí tendrá que soportar como su hija Políxena es sacrificada junto a la tumba de Aquiles y descubrir que su hijo menor Polidoro ha sido asesinado por el rey de Tracia para robarle el botín que llevaba, cuando tendría que haber cuidado de él. la venganza no se hace esperar y Hécuba, matará al hijo del tracio, aarancándole los ojos al monarca, con ayuda del resto de desdichadas troyanas y la pasividad de Agamenón y Úlises.
Versión muy clásica de José Carlos Plaza, donde como en el resto de sus puestas en escena, no innova nada, ni puñetera falta que hace, y uno puede ver lo que se espera de un Eurípides. Iluminación oscura, una carpa griega, piedras y no demasiada ornamentación.
Se basa bastante en los actores y allí destaca Concha Velasco, que cumple de forma muy digna, aunque no sea el papel de su carrera. Es demasiado ambicioso este papel y no está a la altura de la mayoría de actrices, siquiera el planteárselo. En el resto del elenco, nombres habituales en las salas, José pedro carrión, Juan Gea, Pilar Bayona, María Isasi o Alberto Iglesias (no el músico), consiguen trasladarnos durante una hora y media al universo creado por Eurípides.
Un Eurípides que es, junto con Esquilo y Sófocles, una de las piedras angulares de los grandes escritores de tragedia en la Antigua Grecia y como comentaba en el Julio César, llamo tragedia a aquella obra, donde todo está marcado por el destino, sin que los personajes tengan ninguna capacidad de elección, salvo el crimen que desarrollará el final y que se convierte en necesario. En este caso, Hécuba podrá así mitigar un poco, su triste destino, por medio de una venganza cruel e inhumana, o demasiado humana, ¿quien sabe?.
Estas heroinas vengativas tan bien tratadas por Eurípides, como también son Medea o Electra siempre me han fascinado, Lo mismo me ocurre con los protagonistas mascúlinos, por si alguien intenta ver algún argumento sexista, donde no lo hay, ya que pueden obviar su felicidad solo por el hecho de cumplir su venganza y así siempre se quedarán en el pasado, añorando tiempos mejores.
Cosa que por otro lado, también me sucede a mi y que estoy intentando cambiar, pues como me dijeron no hace mucho tiempo, quien no arriesga, no vive. Tal vez, he vivido demasiado tiempo en el pasado, añorando tiempos mejores y lo que pude ser y no soy. He decidido cambiar y afrontar el futuro de otra forma. tal vez no lo consiga pero por lo menos podré decir que lo intenté, aunque nadie me negará que es muy interesante y enriquecedor vivir en el recuerdo de los buenos tiempos. ¡Ay, mundo este que nos ha tocado vivir. Que complicado es todo o que complicado lo hacemos!

2 comentarios:

  1. Buena reflexión final, Jose. De los tiempos pasados siempre hay que guardar los buenos recuerdos, como el retrogusto de un buen vino.

    Arbalejo

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