jueves, 3 de abril de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "ENEMY"

Una extraña y muy interesante película, la firmada por uno de esos directores a los que hay que empezar a seguir la pista, pues tras la angustiosa "Prisioneros", el canadiense Denis Villeneuve, ha conseguido, con este "Enemy", crear una sensación de desasosiego y malas vibraciones para tener en cuenta.
Basándose en "El hombre duplicado" de José Saramago, Villeneuve crea una nueva obra, que recuerda bastante a las malsanas atmósferas de la primera etapa de David Cronenberg. Y la comparación no es gratuita, pues no se si porque son los dos compatriotas o en Canadá se rueda así, muchas puntos en común he visto entre "Enemy" y "Vinieron de dentro de...", "Rabia", "Cromosoma 3" o "Videodrome", por ejemplo y entre otras.
La primera es la forma de narrar, con una cadencia de ritmo, lenta, buceando en la personalidad de los personajes, que apenas se ríen, transmitiendo una soledad y unos conflictos interiores, muy en la onda del director de "El almuerzo desnudo". No es la única similitud. No tengo claro, si el color y el grano del celuloide utilizado en el cine canadiense es parecido, pero la fotografía de Nicolas Bolduc, recuerda mucho a esos primeros filmes del autor de "Promesas del este". Como es de imaginar, el montaje de Mathew Hannam sigue la misma línea. Incluso, la extraña banda sonora de Danny Bensi y Saunder Jurriaans, tiene bastantes similitudes, con las compuestas por Howard Shore para Cronenberg.
Y esa fealdad de los bloques de edificios de Toronto también resulta agobiante y un factor más de esa idea de la "nueva carne", donde procesos mentales consiguen crear transformaciones físicas y que tan bien desarrolló el realizador de "La zona muerta". El guión del español Javier Gullón, gira en ese sentido, de dos hombres idénticos, duplicados que acabarán convirtiéndose en uno o en otro. Es curioso, advertir en los créditos, que "Enemy" es una coproducción hispano-canadiense y observar como numerosos técnicos aparecen en su equipo y diferentes empresas públicas estatales y autonómicas han financiado esta película. De locos.
En el tema artístico, soberbio Jake Gyllenhaall, en el que teniendo la misma caracterización, adivinamos, sin problema, cual es el que ha aparecido en escena de los dos hombres duplicados. Exactamente igual, y volvemos a Cronenberg, que los gemelos idénticos que interpretaba Jeremy Irons en esa genialidad que es "Inseparables". Muy difícil, y más obviando la figura del narrador, lo que demuestra el innegable talento de Denis Villeneuve. Las dos mujeres, también, están soberbias. Dos rubias, con cierto parecido físico, lo cual acrecienta la sensación de repetición e interpretadas por Mélanie Laurent y Sarah Gadon, la cual tiene una escena de cama, terriblemente malsana y muy sugerente.
Una recomendable cinta, para aquel que vaya buscando algo distinto y con diferentes explicaciones al interior de la mente humana, aunque no puedo terminar, sin nombrar unas secuencias que me han dejado atónito. El personaje de uno de los hombres repetidos, es un profesor de historia en la universidad, que trata el tema de las dictaduras y como se consigue la alienación del pueblo, desde Roma con el "pan y circo" y en la actualidad, bajando el nivel educativo hasta cotas donde no pueda competir con los políticos. No he podido evitar dejar de observar, que esto es lo mismo que está sucediendo en la España actual, aunque con el nivel educativo por los suelos, muchos de nuestros políticos sigan apostando por mantener la escuela pública como está, mientras que a sus vástagos los siguen enviando a la privada, para perpetuarse en el poder. Interesante, que buena parte de los ciudadanos, ¿o súbditos?, les sigan el juego, defendiendo lo difícilmente defendible.


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