CONSIDERACIONES SOBRE "NON STOP (SIN ESCALAS)"
Una de esas de acción. Divertida y olvidable. Una forma de pasar un buen rato y salir del cine con una sonrisa en los labios, ¡lo cuál es mucho!, aunque casi todo su metraje sea una sucesión de escenas imposibles y giros argumentales inverosímiles.
Pero así ha sido siempre el cine de su productor Joel Silver, un especialista en este tipo de cine de hombres duros, explosiones, tiroteos, peleas y persecuciones de todo tipo. No en vano, se puede consignar entre su gigantesco curriculum vitae, títulos como "Depredador", la saga de "Arma Letal", la de "Matrix", "La jungla de cristal", "V de Vendetta" o "Sherlock Holmes". Un seguro para conseguir taquillazos.
Y este "Non stop", intenta llegar a buen puerto, con una historia de intriga y acción, en un avión, donde un asesino, amenaza con acabar con la vida de los pasajeros, sino se le entrega una disparatada cifra de millones de dolares. Un ex policía y jefe de seguridad con problemas con el alcohol y personales, intentará dar caza al psicópata, aunque desde tierra, sea considerado el principal sospechoso.
Como se ve, el guión, que firman Chris Roach, John W. Richardson y Ryan Engle, no aportan apenas ninguna novedad al subgénero de secuestros en aviones y toda la gracia es saber que puede suceder en un recinto tan acotado y cerrado, donde es difícil esconderse, pero también vulnerable y donde se puede organizar, con cierta facilidad, una gran matanza.
Se le ha encargado la dirección, al español, aunque toda su carrera ha sido hasta ahora en Estados Unidos, Jaume Collet Serra, un realizador que ha sabido sobreponerse a su espantoso debut con "La casa de cera" con cintas más presentables como "Sin identidad" o esta que nos ocupa. Tampoco es que su dirección sea un prodigio, pero se limita a medios planos o más cortos en las escenas de acción o intimistas, sin arriesgar nada pero sin cometer errores de bulto. Mucha de la gracia, esta en los mensajes de texto, que van enviándose el asesino y el policía y que vamos viendo sobreimpresionados en la pantalla. Nada que objetar.
Fotografía de interior de avión de Flavio Martínez Labiano, que empieza a encontrar su hueco en la industria hollywoodiense, tras ser durante unos cuantos años el director de fotografía de Álex de la Iglesia. No chirria y es intercambiable con la de "Plan de vuelo: Desaparecida" o "Air Force One". Igual de lógico que el montaje de Jim May, otro habitual de este tipo de cine, que se limita a seguir los convencionalismos del género e incluso la banda sonora de John Ottman, nada novedosa pero cumplidora. Como se puede observar, producto visto hasta la saciedad pero entretenido, bien realizado y con bastante empaque.
Los actores es otro de los platos fuertes, con dos protagonistas de renombre: un Liam Neeson, que con los años se está empezando a encasillar en este tipo de papeles de hombre duro con problemas afectivos y que vuelve a desplegar una buena muestra del enorme talento que atesora y Julianne Moore, una de esas pocas privilegiadas que con su sola presencia envuelve toda la pantalla. Entre los secundarios Scott Mc Nairy y Michelle Dockery, dan muy buena réplica y por allí aparece, la reciente ganadora del oscar a la mejor interpretación femenina de reparto por "12 años de esclavitud", Lupita Nyong'o.
A veces, en la vida, son necesarios estos vehículos de evasión, que aunque dejen todas las dudas sobre los acontecimientos presenciados, ¿como demonios matan al piloto los asesinos?, son entretenidos y sin más pretensión que hacernos pasar un buen rato durante una hora y tres cuartos para pocos días después olvidar su argumento entre los problemas cotidianos. siempre preferiré este tipo de cine, que muchos aspirantes a Bergman o similares. Y es que Bergman, solo hay uno y hay que tener un bagaje parecido, para intentar aproximarse.
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