CONSIDERACIONES SOBRE "LEYENDAS DEL ROCK 2014" (VILLENA 7,8.9-08-14)

Ya comentábamos en la edición anterior lo mucho que estaba creciendo este festival. Este 2014 no ha hecho sino corroborar la imparable proyección del leyendas del Rock, que con arduo trabajo y gran humildad va camino de convertirse en la referencia en cuanto a eventos veraniegos dentro del heavy metal.

Misma ubicación que el pasado año, con el magnífico polideportivo de Villena dando cabida a los dos escenarios principales en un campo de césped y otro más pequeño con grada y suelo de asfalto, por lo que los conciertos se disfrutan más sin la molesta arena. Según comentaron conocidos míos, merece la pena sacar el abono de la piscina para los que pernocten en la acampada.

JUEVES 7

Llegamos minutos antes de la actuación de La leñera, por lo que no pudimos asistir a las cuatro bandas anteriores, y la verdad sea dicha, el tributo a los míticos Leño es espectacular. Un trío capitaneado por Conan García que nos hizo sentir como viendo a la inmortal banda de Rosendo y compañía. Setenta minutos de actuación en los que transitaron entre todos sus temas, aunque, como es obvio, los mas cantados fueron los más conocidos; "Corre,corre", "Que tire la toalla" o "Maneras de vivir" nos volvieron a trasladar al madrid de los 80. Tras ellos, era el turno para El reno Renardo, banda que transita entre el rock y las canciones con letras cambiadas como ofrecieron en su día los Gigatron. Los bilbainos hicieron las delicias de sus numerosos seguidores y en su hora y veinte minutos me resultaron algo irregulares con temas divertidos, algunos geniales y otros un poco cansinos. Lo mejor sus hits como "Ancho cipote", el "Yo crecí en los 80" con la que cerraron" o las versiones "Camino Moria" o "Tu hamster". Y para guasa, les llegaba el turno a Mojinos escozíos, que repetían como el año anterior. Pura fiesta en el escenario, consiguiendo en su hora y media de directo que la gente se lo pasase en grande, desnudar a un buen número de señoritas y los clásicos de la banda como "Al carajo", "Que bueno que estoy", "El jefe" o "Gordo" fueran coreadas por los asistentes. Buena química como siempre entre El Sevilla, Puto, Zippy y Chicho. La primera banda seria del festival era In extremo y a pesar de no traer ni pirotecnia ni telones, los alemanes en su hora y veinte minutos, satisfacieron las expectativas de los asistentes, con un oficio y buen hacer, además de los muchos instrumentos desplegados con su folk metal. Destacamos "Küss mich", "Viva la vida" o "Vollmond", en lo que en mi opinión fue el concierto del jueves, pues no fui capaz de aguantar la hora de show de Mambo Kurt, un tipo muy famoso en el Wacken pero que, personalmente, no me hizo ninguna gracia con su sintetizador parodiando desde los Rammstein, Europe hasta Slayer. Me marchaba cuando sonaba Abba. la pena es perderme el tributo a Rainbow llamado Rising, al que tenía ganas de ver.

VIERNES 8

Pronto, sobre las cuatro menos veinte, nos situábamos para observar a Burning Kingdom, interesante banda de hard rock capitaneada por Manuel Seoane y el ex cantante de Tyketto Danny Vaughn. Venían a presentar su trabajo "Simplified", en sus sesenta minutos, y destacamos el tema homónimo y la anterior "Rock on the radio". Habrá que seguirles la pista. Tras el hard rock, el toque oscuro y duro de uno de los conciertos del festival, los portugueses Moonspell, que a pesar del horrible horario que les tocó en suerte, supieron venirse arriba y demostrar el por qué son de las grandes referencias en su estilo, un gran Ricardo Amorin en las seis cuerdas y un cada vez mejor cantante y front man como Fernando Ribeiro, llevaron en su hora de actuación, los sonidos de su reciente "Alpha noir", como "En nome do medo" o el que da título al disco y grandes clásicos como "Scorpion flower", "Finisterra", "Night eternal", "Opium", "Vampiria" o "Alma mater". Eché de menos "Nocturna" pero para mi los triunfadores de la jornada. Imagino que por el poderoso directo de los portugueses o por el mal sonido, no llegué a entrar en el concierto de Hell, que si bien es verdad que llevaban bastante parafernalia, ni por asomo es lo que me habían contado de otros bolos. Muy basados en su vuelta a los escenarios con su último disco y la personalidad de su vocalista David Bower. Una de las pqueñas decepciones, pues la gran decepción llegaba con Stryper, un grupo que me encanta, pero que tal vez por la hora, las siete menos veinte, por la duración, sesenta minutos o no se por qué, apenas se limitaron a cumplir con su escenario desnudo, un Michael Sweet "tirando de oficio", sin forzar y un set list donde además de "Calling on you" o "To hell with the devil", se marcaron tres versiones de Judas Priest, Kiss y Van Halen. Demasiadas para una actuación tan corta. Los californianos defraudaron a su paso por Villena. Para mitigar "el mal sabor de boca", los canadienses Annihilator realizaron un gran concierto, que pudo ser mejor si el sonido hubiese mejorado al inicio, pero "dejaron huella" con su efectivo trash metal y temazos como "Kill of the king" o "No way out". Los de Jeff Waters convencieron en sus cortos sesenta minutos. Arch enemy gustaron mucho con su nueva cantante Alissa White-Gluz, en setenta minutos donde dieron protagonismo a los nuevos temas con su nueva front woman, que dejo buenas sensaciones. Los suecos siguen en gran forma y no podían faltar los "My apocalypse", "We will rise" o "Nemesis". W.A.S.P., como Stryper, se limitaron a realizar un concierto solvente sin demasiados alardes. Blackie Lawless es todo un mito y por lo tanto siempre hay que tener respeto. Repertorio previsible con clásicos como "I wanna be somebody", "L.O.V.E. machine", "Blind in Texas" o "Chainsaw Charlie". Eché en falta algo de su ultimo "Babylon" pero buenos setenta minutos los de los estadounidenses. Y de ahí, a ver al gran guitarrista que es Michael Schenker, con su eterna Gibson Flying V y su nueva banda Temple of rock, con dos ex-Scorpions y el solista Doogie White. Buenos temas propios como "Where the wind blows" o el instrumental "Into the arena", aunque en sus setenta minutos hubo innumerables temas de Scorpions como "Lovedrive", "Another piece of meat" o "Rock you like a hurricane" y UFO con "Rock bottom", "Lights out" o "Doctor, doctor" que a más de uno le parecía estar viviendo un grupo tributo. Yo lo pasé bien y me divertí bastante. Bastante más que con Behemoth, aunque el black metal no es mi música, mantuvieron una buena puesta en escena con fuego, iluminación y vestuario de claro corte satánico. Los grandes degustadores del sonido extremo me comentaron su gran actuación. Destaco de lo poco que conozco "Christians to the lions". Aún así, es de agradecer que bandas como esta tengan un horario nocturno, comenzaron a la una de la madrugada. Panzer son grandes leyendas y los de Carlos Pina, convencieron en sus setenta minutos, transportándonos a las primeras compras en las tiendas de discos, para los cuarentones como yo, y a un pasado donde se tenía más respeto a la música en directo. "Dios del rock", "Gedeón", "Toca madera" y otros clásicos del rock urbano y "macarra" de los ochenta. Para cerrar los gaditanos Saurom, cada vez mejores en directo y que en sus setenta minutos la "liaron" con su acongojante puesta en escena con malabaristas, taberneras y fuego... mucho fuego, que a punto estuvo de quemar el escenario Jesús de la Rosa. Gran conjunción entre Migue, Narci, Santi, Donovan, Raul y Josele, al que se les unió un nuevo flautista, que pusieron "patas arriba" al público con sus recientes "Cambia el mundo", "La noche de Halloween" o clásicos como "Irae dei", "Aquel paseo sin retorno", "El saltimbanqui" o "Fiesta". Curioso que donde antes estuvieron Behemoth, los que casi queman el festival fueran los alegres y positivos Saurom. Tras los setenta minutos de los de San Fernando y más de las cuatro y media de la mañana se acababa el viernes.

SÁBADO 9

Si el viernes fue agotador, lo mismo sucedía el sábado que comenzaba muy pronto con los madrileños Easy rider, capitaneados por Ron Finn y que solo por escuchar en vivo "Lord of the storm" merece la pena, aunque a las cuatro de la tarde caía fuego en Villena. No soporto a Lujuria y la manía de su líder Óscar Sancho de tratar a la gente como retrasada mental diciendo lo que tiene que pensar y hacer. Esta vez cargó contra Israel y a favor de Palestina, así que no voy a comentar. Eluveitie es una banda que me gusta mucho pero su folk metal sonó horrible y a pesar de grandes temas como "Inis mona" o "Havoc" espero más de los suizos, así que tengo una cita pendiente con ellos, ya que he visto actuaciones arrolladoras, sin ir más lejos la del Leyendas de 2012. H.E.A.T. fueron la gran sorpresa, pues su hard rock ochentero y festivo no dejó indiferente a casi nadie. los suecos fueron arrolladores con un gran cantante y front man como Erik Grönwall y buenos temas como "Point no return", "It´s all about tonight" o "Beg,beg,beg". Con poco que les acompañe la suerte el futuro les pertenece. Heaven shall burn tampoco es de mi estilo, así que poco puedo comentar. De hecho me fui por primera vez al escenario pequeño, llamado Mark Reale, para presenciar a los finlandeses Battle Beast, la sorpresa de todos los años, con una Noora Louhimo, que tanto por estética como por voz recuerda a las grandes divas de los ochenta y un heavy metal clásico con muy buenos temas como "Black ninja"o "Into the heart of danger". Sin dejar el escenario pequeño disfruté muchísimo con Rotting Christ, sobre todo con los temas de su reciente "Kata ton daimona eatoy" que demostraron que Sakis y Themis pueden llegar a cualquier público con su death melódico y su poderoso directo. "666", "Kata ton daimona eatoy" o "Dub-sag-ta-ke" hizo que al no acabar su directo, me prometiese volver a verles en cuento pueda pero en el escenario principal tocaban una de mis bandas actuales favoritas, los daneses Volbeat, a los que descubrí hace bastantes años y a los que vi de cabeza de cartel en el Greenfield festival de Interlaken (Suiza) en el 2011. Demostraron con creces estar en otro nivel y fueron los que mejor sonaron, además de traer estructura propia que les hacen merecedores de ser considerados los grandes triunfadores. Repertorio de hora y media con "Lola Montez", "Fallen", "Pearl Hart" a cuyos lados del escenario estaba su lápida o "Pool of booze,booze, booza" los coronaron con su curiosa mezcla de rock clásico y metal. Eso sí, como ocurrió la última vez que los vi en Madrid, la gente demostró no conocer a Johnny Cash, al ni siquiera tararear el estribillo de "Ring of fire". ¡Ay, señor!. De nuevo al escenario pequeño a ver a Delain, banda holandesa de metal sinfónico, muy basado en el teclado y en la voz de Charlotte Wessels que gustaron con temas como "Go away" o "The gathering", aunque no soy demasiado degustador de este estilo y casi todos los grupos me parecen clónicos. está claro que es un problema mío. Unisonic no llegaron a las cotas que se podía esperar de la unión de Kay Hansen y Michael Kiske pero realizan un power metal interesante, bastante mejor que el 80% de los grupos de similares características. Mal sonido pero buenas canciones; "Unisonic", "Never too late" o "For the kingdom" se unieron a imperecederos temas de Helloween como "March of time" o "I want out". Tal vez, Kiske no esté al nivel vocal de hace veinticinco años pero ¿quien lo está?. De ahí a ver a una de mis debilidades; Banzai, que vuelven a reverdecer los viejos laureles de principio y mediados de los ochenta. Los madrileños siguen en un nivel apabullante, con un Salvador Domínguez a la guitarra y Manzano a la voz y es un placer recuperar "Coche rápido en la noche", "Duro y potente", "Rock duro", el "Banzai" de Miguel Ríos, "No te enganches" o "Voy a tu ciudad". Unas leyendas de verdad. Para finalizar vi un poco de Crisix y supongo que por mi ubicación, no sonaba demasiado bien, así que pasé a ver el nuevo experimento de Leo Jiménez llamado Leo Jiménez heavy metal Orchestra, un híbrido que repasa grandes temas de Iron Maiden (Fear of the dark), Manowar (Metal warriors), Helloween (Future world) con sus temas con 037, Stravaganza o Saratoga. Un fin de fiesta más que digno.