sábado, 18 de octubre de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "GOD SAVE THE QUEEN/DSR (SEVILLA 10-10-14)"

Suelen ser muy denostadas por un amplio sector del público pero no comparto esa opinión, ya que creo que las bandas tributo cumplen su función: la de acercarnos canciones en directo de bandas que conocemos pero que es imposible ver. En unas ocasiones por desaparición del grupo o muerte de algún componente, como es el caso.
Y es que por edad no pude ver en su momento a los Queen originales, así que esta es la mejor forma de acercarme a una de esas formaciones fetiche. Todo un icono y un referente en el mundo del rock y de la música.

Y encima estamos hablando de uno de las mejores tributos al que se puede asistir. Ver en vivo a estos argentinos en una delicia para los sentidos, muy bien ejecutado y con algunos detalles con el público que no deberían ser pasados por alto y con la dificultad añadida de rendir homenaje a un grupo de tanta calidad y dificultad, sobre todo en la parte vocal. Los detalles que antes mencionaba se deben a una puesta en escena fantástica, intentando ser durante las dos horas de espectáculo, los mismísimos Queen, con un Pablo Padín, con un parecido físico asombroso a Freddie Mercury, copiando los movimientos y vestuario y con un timbre de voz nada desdeñable, aunque se dejó alguna nota "en el tintero", que puede hacernos recordar al mítico vocalista de "La Reina", un Francisco Calgaro, con su enorme "pelucón" es un remedo sensacional del Brian May original y Ezequiel Tibaldo, clavado en el escenario como John Deacon y la "pegada" de Matías Albornoz como Roger Taylor. Ellos son los encargados de acercarnos un poco a la inmortal formación londinense. pero si la puesta en escena es excelente, no puedo dejar de mencionar el detalle de colocar pantallas en los laterales del escenario para facilitar la visión de los espectadores. Un acierto.
A pesar de los buenos comentarios que había escuchado era la primera vez que los veía en directo y algunas cosas me sorprendían en exceso. ¿Como es posible que sean capaces de llenar el estadio de La Cartuja?, ¿qué escenario traen?. Al entrar las dudas fueron disipadas, ya que estaban situados sobre la primera portería, por lo que solo abarrotaban la pista y un fondo, lo cual de todos modos sigue siendo una barbaridad . La caja no era demasiado grande pero a las pantallas antes mencionadas, se unía un eficaz juego de luces, por lo que resulta más que suficiente para disfrutar de dos horas de espectáculo muy divertidas. Y eso que el horrible día lluvioso en Sevilla, estuvo cerca de frustrar el evento pero salvo diez minutos de chubasco, donde tuvieron que parar, el concierto siguió sin más complicaciones.
Y esa tormenta marcó un antes y un después en la actuación porque la primera parte me convenció menos, con temas menos carismáticos como "Fat bottom girl", "Save me" o "My melancolic blues" y lo que es peor, demasiado coro por parte del público, cosa que a mi nunca me ha convencido, algo así como "Paquito el chocolatero del rock", Uno viene a escuchar cantar al "impersonator" de Freddie Mercury, no al respetable. pero disquisiciones aparte, también disfrutamos en esta primera parte de "Killer Queen", "Under pressure" o "Another one bite the dust". Eso sí, tras el parón llegó una oleada de clasicos hasta el final que nos dejaron sin aliento y encima con el piano de media cola utilizado por los clones de Mercury y May, que sobre todo en el "Bohemian rapsody", que cantaron sin nada grabado es digno de encomio. ¡Que decir ante un repertorio que lleva "I want it all", "A kind of magic", "The show must go on", "Love of my life", "Who wants to live forever", "Somebody to love", "We will rock you" y con unos bises tan extraordinarios como "I want to break free", "We are the champions" y "Don´t stop me now"!. Podrían estar tranquilamente otra hora más tocando clásicos, pero con lo visto me doy por satisfecho.
Igual que he disfrutado este montaje titulado "The show must go on", imagino que me sucederá lo mismo con sus próximos proyectos, ya que lo que que creo que no me queda ninguna duda es que volveré a verlos. Y si es con compañeros de concierto tan buenos como ha sucedido en este, mejor. Así que Lucy, Pepe, Silvia y Dorian, a vosotros va dedicada esta entrada.




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