lunes, 27 de octubre de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "PERDIDA"

Sin duda y "a priori" era el gran estreno del momento, pues la sola presencia de su director en los títulos de crédito, es sobrada carta de presentación para asistir a lo que se presupone una excelente película.
Y David Fincher ha vuelto demostrar lo grandísimo realizador que es, pues esta retorcida cinta en manos de cualquier otro podría haber resultado un telefilm al uso para ver por televisión en sesión de sobremesa.

Pero no, con una estética reconocible y su brillante forma de entender el cine, Fincher consigue que durante dos horas y media nos mantengamos "pegados a la butaca" con este thriller donde lo más destacado es su impresionante realización, dando un curso de puesta en escena. Y es que Fincher es un cineasta con un universo propio y estas historias de suspense son las que mejor se le dan, solo hay que recordar "Seven", la injustamente menospreciada "The game", "El club de la lucha", "La habitación del pánico" o "Zodiac", junto a "Alien 3", su peor película, "El curioso caso de Benjamin Button", la genial "La red social" o el batacazo de taquilla que sufrió con la versión estadounidense de "Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres". De su filmografía tiene unas cuantas que ya se consideran clásicos contemporáneos y un universo propio muy difícil de igualar, pues las limitaciones las solventa con la cámara, con esa ambientación tan oscura, lacónica y unos recursos narrativos muy loables.
Aquí fallan un par de cosas, el guión de la autora de la novela; Gilliam Flynn, que visto lo visto, me temo que nunca leeré su best seller, pues a pesar de ser una buena idea, alambicada y con "mal forma", es excesivo en el tratamiento de los personajes y con algunos pasajes absurdos. Lo que sucede es que Fincher lo supera añadiendo unas buenas dosis de humor negro, sobre todo en la histérica presentadora de televisión y manteniendo el tono para no caer en el tremendismo. El otro error, y este sí es achacable a Fincher. es Ben Affleck, uno de esos actores con los que no puedo y del que ya hablé, a raiz de su éxito con "Argo". Supongo que es cosa mía, pero me resulta un actor insufrible y le prefiero en su faceta como director.
El resto son virtudes, desde el ritmo que consigue, como escribí unas lineas más arriba, que las dos horas y media se vean con atención, una pléyade de muy buenos y desconocidos secundarios, de los que destaco el televisivo Neil Patrick Harris, Carrie Coon, una belleza que dara que hablar y que se llama Emily Ratajkowski, Sela Ward y Missi Pyle y una protagonista espléndida como Rosamund Pike a la que este papel le va a otorgar una casi segura nominación al Oscar. Ya digo que la dirección de actores es soberbia y que incluso Affleck me resulta menos chirriante.
Los técnicos siguen siendo con los que cuenta en los últimos años, con la fotografía ténebre y pesada de Jeff Cronenweth que consigue introducirnos en la sórdida historia, la edición imaginativa y muy compleja de Kirk Baxter y la banda sonora industrial y ambiental de Trent Reznor y Atticus Ross. Todos ellos consiguen que "Perdida" llegue a buen puerto.
Eso sí, dentro de la historia me ha hecho bastante gracia el tratamiento dado a los programas de televisión como generadores de opinión, donde unas presentadoras manipulan a la audencia apelando a los sentimientos y culpando o convirtiendo en héroes según convenga. Y no he podido evitar que es lo que sucede en la actualidad en muchos países, incluido este, ya que es alucinante ver como buena parte de la población se basa en noticias muy manipuladas y basadas en ideología más que en los hechos. Y es que ver un telediario o una tertulia política es para "echarse a temblar", comprobando que los argumentos debatidos apelan a los sentimientos, a la demagogia y al populismo, en vez de al argumento razonado y más objetivo. Es más fácil la indignación y la búsqueda de responsables en el signo contrario que el frío análisis y el intento de veracidad. Por ello pienso que podríamos hablar de tertulias e informativos basura, como bien apuntaba Gustavo Bueno en su excelente ensayo "Telebasura y democracia". Normal. Es mucho más sencillo utilizar la propaganda y una serie de consignas de rápido aprendizaje que el choque y la lucha de ideas. Todo es generar opinión. Desde este humilde blog a las estrellas mediáticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario