miércoles, 18 de febrero de 2015


   CONSIDERACIONES SOBRE "BREAKING BAD"

Desde mayo del pasado año, llevaba sin escribir sobre series de televisión, desde que hice las consideraciones sobre "Prison break". Hoy toca hablar sobre uno de los grandes hitos de los últimos años y que ha encandilado a buena parte del público.
De la mano de Vince Gilligan, guionista de "Expediente X", llegaba una serie con bastantes pretensiones pero con un toque de "mala leche" admirable. En poco tiempo, acababa como serie de culto, gracias a un tratamiento novedoso en la capacidad de narrar. Una de esas series que la meta principal es algo que uno no descubre de forma evidente.

Pues pienso que lo que narra "Breaking bad" son los peligros del ego, pues su historia gira alrededor de un modesto profesor de química, aunque de una mente privilegiada, que ante un cáncer y con las buenas intenciones de dejar a su familia en una situación desahogada, comienza en el negocio de la droga química, la metanfetamina para convertirse en uno de los mayores capos de la droga, cambiando su forma de ser, de un buen hombre a un "cabrón" sin escrúpulos, capaz de realizar cualquier cosa por conseguir sus objetivos. Para ello, se ayuda de un "camello de baja estofa", antiguo alumno suyo y que se convertirá en su discípulo. Y aquí es donde llega la grandeza de la serie, pues a partir de la tercera temporada, Jesse Pinkman, es un personaje eliminable que no aporta nada a sus fines. ¿y por qué lo mantiene con vida? La respuesta es simple. Por el ego. Todo egocéntrico necesita alguien que lo adule y que le diga lo bien y lo importante que es su labor. Y encima se da la circunstancia de que Jesse comenzó con él y la admiración por Walter, por alguien a quien considera superior, trasciende la mera relación entre socios.
Si a esto sumamos unos secundarios de excepción, unos personajes ambiguos y de una maldad extrema, actuando de forma cotidiana, como Gustavo Fring, uno de los homosexuales más complejos que se ha podido ver en la pequeña pantalla, los dos más simpáticos, pues dentro de su vida ilícita y corrupción moral, son los únicos honestos, el abogado Saul Goodman, que incluso es tan atractivo que tiene su propio "spin off" y Mike, el "arregla problemas", junto a una pléyade de asesinos despiadados, traficantes trastornados y mexicanos implacables.
Otra historia es su familia, la que vamos viendo como se va desnaturalizando, desde su inaguantable mujer Skyler, que no es eliminada por el amor que siente a su vida anterior, su hijo y sus cuñados, un presumido agente de la D.E.A. y la hermana de su esposa, típico florero y cero a la izquierda, que van cayendo en la podedumbre moral de Walter, que como dice el título se va volviendo malo.
Seis temporadas de altísima calidad, bien contada, muy bien dirigida y que ha conseguido una aureola de serie de culto, que hoy, que ya ha pasado un tiempo desde que terminó, mantiene sin ningún tipo de problema. "Breaking bad" es algo grande y filmada en 35 mms., y no en video, lo que le acerca a la producciones del cine. De hecho, me encantaría poderla disfrutar en pantalla grande, cosa impensable por la duración. En el fondo, ¿quien no le gustaría ser Heisenberg? Tener el talento suficiente para hacer cualquier actividad mejor que nadie y llevarla a cabo pese a quien pese. Siempre pensé que hubiese tenido menos escrúpulos, lo mismo habría llegado a tener un hueco en el cine, pero lo más probable es que no tuviese la capacidad para trascender en el cine. Es bonito pensar en lo que uno vale, aunque cada día que pasa soy más escéptico y creo menos en mi, aunque siga trabajando duro, cambiando la cámara por la escritura, sea con esta pequeña bitácora o con el libro que tengo entre manos.


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