CONSIDERACIONES SOBRE "LA PIRÁMIDE"

Me encanta la sensación de ir a ver una película de terror y encontrarme la sala vacía, o semi vacía, como es el caso. Si además se mezclan una historia que "a priori" prometía mucho y las expectativas generadas por sus responsables, "La pirámide" era una opción más que clara para ir al cine.

Está claro, el magnetismo que gira alrededor de las pirámides, sean aztecas o sobre todo egipcias, y que han dado como resultado estupendas películas en los últimos veinte años, desde "Apocalypto" de Mel Gibson hasta las aventuras de "La momia", como ejemplos de otros muchos títulos, sigue vigente con los años. A muchos nos apasiona esta construcciones tan complejas y misteriosas.

A ello, hay que sumar que se trata de la "opera prima" de Gregory Levasseur, un especialista en el cine de terror, como co-escritor de una buena parte de los guiones de Alexandre Aja, como la excepcional "Alta tensión"o los buenos remakes de "Las colinas tienen ojos" y "Reflejos". Y para mi, hablar de Alexandre Aja, son palabras mayores, pues es uno de los más interesantes directores dentro del horror, y miembro del interesante ""Splat pack". Así que se podría esperar un guion laberíntico, plagado de gore y de escenas impactantes. Una buena muestra de cine de género. Además producida por el mencionado Aja. Y hay que reconocer que es un buen debut y que a pesar de los errores, que los hay, Levasseur ha conseguido un film interesante, con un ritmo vertiginoso, que consigue que su escasa hora y media de duración pase "volando" y nos mantenga en cierta tensión durante todo su metraje. Lo cual es fundamental en un largometraje de este tipo.
Rodado en un falso "found footage", ese novedoso, y exitoso, tipo de narración, basado en colocar la cámara desde la perspectiva de los personajes, que actúan de supuestos cámaras, y que en el terror reciente inaugura "El proyecto de la bruja de Blair", aunque no es, ni mucho menos, la primera. Digo que es falso, pues tres cuartas partes del largometraje son filmados de esta manera, pero su última parte se hace de forma convencional, "La pirámide" posee las virtudes de narrar de esta manera y en ello Levasseur demuestra oficio y pericia, pues el ritmo es fabuloso, buen montaje del desconocido Scott C. Silver y con algunas secuencias bien planificadas y resueltas. La escena del monstruo principal en vista nocturna, la desaparición de uno de los personajes, solo encontrando un reguero de sangre o las trampas del monumento funerario, demuestran lo bien que conoce Levasseur, los cánones del miedo. Lo más sorprendente, es que el guion, no es suyo, sino de los casi debutantes Daniel Meersand y Nick Simon, que tienen ideas geniales pero no terminan de plasmarlas, pues ese es el principal problema de la cinta; parece que puede ofrecer más de lo que muestra, pues no quiero desvelar nada, pero los "malos" son originales y el planteamiento es interesante, comenzando el film con las protestas de El Cairo, pero, por desgracia, da la sensación de que podría haberse hecho mejor, consiguiendo un espectáculo magnífico para los amantes de las sensaciones fuertes.

No será la mejor, ni mucho menos la peor, en su categoría, por lo que se puede decir que Levasseur tiene todo un halagüeño futuro en el terror moderno. Tal vez, debe mejorar la dirección de actores, pues es otro de los grandes debes de "La pirámide", pues, sobre todo las chicas, están espantosas, con unas interpretaciones difíciles de creer. Los efectos especiales son muy mejorables. Lo cual es una pena, ya que los decorados son bastante acertados, uniendo la sensación de desasosiego de "Cube" con "Alien, el octavo pasajero", con recovecos, pasillos angostos y la sensación de angustia y claustrofobia. Lástima que esa ambientación tan lograda, se pierda un poco en las deficientes criaturas, que como dije antes, son villanos muy ingeniosos.
Eso sí, imprescindible verla en pantalla grande o en unas condiciones óptimas de imagen, pues la cinta es demasiado oscura, otro de los grandes inconvenientes, pues se antoja necesario un director de fotografía. Los problemas de estos rodajes con cámaras de video, convenientemente telecinados. Faltaría más.