viernes, 23 de octubre de 2015


CONSIDERACIONES SOBRE "LA CUMBRE ESCARLATA"

Guillermo Del Toro es uno de esos directores que su solo nombre es señal de un universo particular. Cine fantástico bien construido desde sus inicios con "Cronos" o "Mimic" hasta sus grandes éxitos como "Hellboy", "El laberinto del fauno" o el que era su último trabajo hasta ahora "Pacific Rim". Escapismo pero bien realizado y buena calidad.

Esta "cumbre escarlata" no es excepción y se asemeja más a "El laberinto del fauno" donde lo real y lo imaginario se mezclaban creando un film hipnótico y con unas pretensiones aceptables que en "gamberradas" más o menos veladas como "Hellboy" o "Pacific Rim". El resultado no es perfecto pero sus dos horas de metraje se ven con agrado y uno sale de la sala de cine con la sensación de que ha pagado por lo que esperaba ver. Lo cual es de agradecer, pues cuantas veces nos engañan a los sufridos espectadores con los avances y trailers.
Eso sí, quien espere ver una cinta de terror al uso, pienso que no es su película, pues casi parece una historia de amor con fantasmas "ululando" por las esquinas. Ectoplasmas bien ideados y representados pero como suele suceder en estas producciones parece que quieran asustar al público y no a la protagonista pues algunos de ellos se muestran en pantalla cuando la asustada señorita no esta mirando la escena. Pero da igual pues como he explicado los seres de otra dimensión son repulsivos y dan miedo con su sola presencia aunque esta no sea la meta principal que es la historia romántica, con un trasfondo gótico y victoriano y una casa que parece un cruce entre las mentes de la Hammer y Tim Burton. Una ambientación lograda que sin duda es lo mejor del largometraje, con ese Buffalo de finales del XIX, la aterradora mansion del norte de Inglaterra, con el techo no reparado que deja caer en la entrada las hojas otoñales y la nieve invernal. Nieve teñida de rojo por la arcilla de la mina. Un material que hace "sangrar" algunas de las paredes. Se siente el frío y la sensación de aislamiento, sumado a un trabajo encomiable de vestuario, maquillaje y peluquería. Sin duda es lo mejor de "La cumbre escarlata".
El guion del propio Del Toro junto a Mathew Robbins, con el que colaboró en "Mimic" y que dirigió algunas "pelis" a finales de los ochenta (la más celebre fue "Nuestros maravillosos aliados", ciencia ficción familiar que tuvo cierto éxito y que recuerdo haber visto en un cine de sesión continua de Madrid) es tal vez lo más flojo. Todo queda en poder de lo visual. Y no es que sea del todo malo, pues cumple sin problemas pero es terreno ya abonado, historia vista una y mil veces en la pantalla. No sorprende pero tampoco irrita aunque todo esta supeditado a la puesta en escena, a una realización estilizada, con una bonita fotografía de tonos azulados y sorprendentemente cálida para un lugar que se nota inhóspito y gélido. Maravillosa labor la del danés Dan Laustsen, responsable del mismo campo en "Silent hill" de Christopher Gans. Para mí, la mejor adaptación al cine de un videojuego. Los dos hispanos del equipo como son Bernat Vilaplana y Fernando Velázquez como edición y banda sonora también destacan.
Pero una trama gótica y temible debe estar bien interpretada y, la verdad sea dicha, aparte de tener un reparto solvente, Del Toro demuestra ser un director de actores más que competente. La absoluta protagonista es Mia Wasikowska, cada vez mejor actriz y que se encuentra más en la órbita de su buena interpretación en "Stoker" que en su discreto debut en el "Alicia en el pais de las maravillas" de Tim Burton, aunque la atención absoluta es para Jessica Chastain, que es verdad que tiene el papel más interesante pero lo defiende con tal naturalidad que demuestra el por qué es la mejor actriz de su generación. Cualquiera que me haya leído ya lo sabe. Los chicos no son meras comparsas, tal vez un poco más Charlie Hunnam, lejos de su brillante composición de líder motero en "Hijos de la anarquía" pero Tom Hiddleston demuestra ser un actor eficaz, mucho más allá del Loki en "Thor" y "Los vengadores".
No será una obra maestra pero me da que "La cumbre escarlata" va a ser recordada con el tiempo por un público fiel a este tipo de argumentos donde mezclar el horror ingles con los amores apasionados. Edgar Allan Poe y en menor medida H.P. Lovecraft son sus cabezas visibles pero en el cine quien no recuerda los excelentes divertimentos de Roger Corman con Vincent Price y buena parte de los cuentos de Poe, los Dráculas de la Hammer, el de Coppola, Tim Burton. Un mundo especial que ha conseguido trascender e incluso llegar a un importante sector de la población joven. Todavía recuerdo alguno de los locales góticos como aquel "Heaven" en el centro de Madrid. Cuatro plantas hacia abajo, donde en cada una sonaba distinta música. Desde The Cure, Sisters of mercy a Nightwish o el industrial alemán. Tiempo ha pasado. Sí es que hasta fui vocalista de una banda oscura que jugaba con los conceptos de la muerte y el pecado. No éramos buenos pero lo pasábamos bien.

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