CONSIDERACIONES SOBRE "EVEREST"
Se han hecho unas cuantas, y algunas muy buenas, sobre el alpinismo, tema que suele funcionar, pues por sus condicionantes se puede hablar de heroísmo, superación en condiciones extremas o aislamiento en un escenario que "da pie" a la tragedia.
Es innegable que las altas cordilleras del planeta son un decorado impresionante. Enorme. Demasiado grande para abarcarlo, de una belleza letal que suma sus nieves perpetuas con una sensación de vacío y paraje inhóspito. Así que en esta nueva producción se narra la horrible expedición que en 1996 quedó atrapada en la bajada del punto más alto del globo, gracias a una espantosa tormenta.
Y como es esperable, la cinta tiene interesantes momentos, con una realización efectiva del islandés Baltasar Kormákur, que alterna las fases más intimistas, rodadas en plano medio o primer plano con espectaculares generales y tomas aéreas de la cordillera. En su puesta en escena, Kormákur no falla, como en trabajar bien el conflicto dramático entre el alpinista Rob Hall y su embarazada esposa. Lástima que el guion de los importantes William Nicholson (`"Gladiator", "Los miserables") y Simon Beaufoy (Oscar por "Slumdog millionaire") erre en algunos aspectos, aunque no sé hasta que punto es responsabilidad suya y no de los productores, ya que el personaje de Jake Gyllenhaal parece un muy secundario al que se le ha otorgado más papel a última hora. Como sucede con Robin Wright, quien de ser una mera comparsa en la primera parte, toma una relevancia para algunas secuencias no demasiado bien explicadas. Cosa que por otro lado, suele suceder en historias corales de duración limitada, como es el caso con sus dos horas justas, lo que consigue dejar ciertas relaciones "en el tintero".
Eso sí, como en este tipo de films con múltiples personajes, los actores copan buena parte de la acción, aunque la falta de una estrella, Jason Clarke todavía no lo es, imagino que es la que ha decantado este tipo de narración. Además de Clarke, nombres conocidos como los antes mencionados Gyllenhaal y Wright, Josh Brolin o Keira Knightley que cumplen. Tanto como los técnicos, sobre todo la fotografía de Salvatore Totino, los convincentes efectos visuales o la correcta banda sonora del gran Dario Marianelli, menos inspirado que en otros trabajos, junto con un acertado y clásico montaje lineal de Mick Audsley.
Una de las preguntas que se plantea el largometraje, y que me ha hecho reflexionar, es la motivación de arriesgar la vida por coronar peligrosos picos. Las respuestas son de lo más variopintas, pero me quedo con la de influir en otras personas si alguien humilde llega a donde apenas pueden `hacerlo la mayoría de los mortales. Supongo que ese es el espíritu del aventurero: destacar entre nuestros semejantes, como sucede con numerosos viajeros o turistas que lo único que pretenden es sumar ciertas experiencias que poder compartir con otras personas. Por ello, llenamos nuestras vidas de fotografías y vídeos que inmortalicen momentos y que colgaremos en redes sociales para nuestro propio lucimiento. Redes sociales donde plasmar la opinión sobre casi todo, dejando claro nuestro compromiso con causas diversas, aunque del tema solo tengamos una idea aproximada. Me duele ver débiles pensamientos en pocos caracteres tomados como dogma de fe, como el sufrimiento de la trágica expedición al Everest, o, como imagino, algunas de las visiones aquí compartidas para algunos lectores. En el fondo todo es afán de protagonismo. Empezando por esta bitácora.
como dijo Mallory al preguntarle en 1924 porqué subir el everest, "porque está ahí". Su cuerpo se encontró a 8400 mtrs de altura pero no las cámaras ni carretes, por lo que no se sabe si fue el primero en emcumbrar 30 años antes de Hillary. A mi me gustó la critica a las empresas de aventuras, q siendo un gran negocio, juegan con los limites del riesgo. Hay muchas empesas de ese tipo, aqui en cadiz tambien, metiendo a gente en situaciones de riesgo. La adrenalina está de moda
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, Juan. Es interesante las empresas que juegan con el riesgo, dejando a sus clientes en una difícil situación.
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