jueves, 17 de diciembre de 2015


CONSIDERACIONES SOBRE "EN EL CORAZÓN DEL MAR"

Hace ya algún tiempo comentaba mi reverencia por la novela "Moby Dick" de Herman Melville, libro que leí pasados los treinta y que marcó una época de mi vida en principio provechosa, pues fue cuando decidí dar el paso de dejar Madrid y venir a vivir a la provincia de ´Cádiz. Una época feliz dentro del caos que era mi vida entonces.


Esta nueva producción se sitúa a medio camino entre los "reboot" o reinicios que tanto proliferan en el cine de la actualidad y los cuentos clásicos, pues trata de la verdadera historia que iluminó a Melville para escribir su obra maestra. Y eso sirve para que estemos familiarizados con los personajes, aunque no se llamen Ahab, Starbuck, Ismael o Moby Dick. Da igual.
La estructura sigue el mismo recorrido que el libro, lucha entre el capitán y el primer oficial, un adolescente novato es quien cuenta la historia y la tripulación es una pequeña "torre de Babel", una amalgama de caracteres diferentes y motivos diversos para estar en el barco. Aquí llamado "Essex" y no "Pequod". La caza de los poderosos mamíferos es otro punto importante aunque del encuentro con el leviatán blanco hay grandísimas y opuestas visiones, pues mientras que en las páginas todo se debe a la sed de venganza de Ahab frente al monstruo marino, en "En el corazón del mar" todo sucede por avatares del destino. Una visión semiecologista donde los hombres han esquilmado a las ballenas y tienen que ir a cazarlas a un lugar remoto en el Pacífico, donde viven tranquilas resguardadas por el imponente mamífero blanco que no duda en cazar a los cazadores, hundiendo el barco y comenzando una persecución a los moribundos supervivientes. Todo bien realizado. Correcto. Pulcro. Y ese es uno de los grandes problemas de la cinta. El envoltorio es bonito y sus dos horas de metraje son entretenidas pero solo se queda en la superficie y no ahonda ni en la personalidad de los protagonistas ni en la de la tripulación. Guion aceptable de Charles Leavitt pero que se queda a medio camino de sus iniciales pretensiones, sin ser malo ni mucho menos, no profundiza una historia que da para mucho más. Supongo que su director Ron Howard prefiere el tono de aventuras clásico y algo almibarado que le ha hecho célebre y que se distanciaba en su anterior producción, la estupenda "Rush". No hay demasiado conflicto dramático y sí persecución como en "Willow", "Un horizonte muy lejano" o en "Una mente maravillosa". Técnicos de calibre como el que empieza a ser habitual en él; Anthony Dod Mantle y música eficaz del español Roque Baños. lo que sí falla algo, y se nota, es el montaje de Daniel P. Hanley y Mike Hill, sus colaboradores habituales, con cuatro nominaciones al Oscar y uno por "Apolo XIII". Falla el ritmo y muchos planos que parecen grabados con una Go-Pro.


Los actores no destacan aunque no molestan encabezados por el "macho alfa" Chris Hemsworth, al que también utilizó Howard en "Rush", Benjamin Walker, un actor sin suerte tras su salto a la fama con "Abraham Lincoln: cazador de vampiros" y algunos secundarios de cierto renombre como Cilliam Murphy, protagonista de "28 días después", Brendan Gleeson o el último Q en la saga de James Bond.
Pasar un buen rato siempre es un matiz importante a la hora de elegir película para ver en el cine, por lo tanto este "En el corazón en el mar" no decepciona en ese aspecto y es una propuesta recomendable, pero comparado con el "tótem" que sirve de reclamo y de los buenos largometrajes que se han hecho sobre navegantes por los siete mares, sin contar las de piratas, le falta emoción y una profundidad en los caracteres de los personajes por lo que podría ser catalogada como interesante pero insuficiente. Algo así como las propuestas de los partidos políticos ahora que se acercan las elecciones generales en España y muchos de mis conocidos se afanan en pedir el voto por internet a su candidato preferido, aunque casi todos piden para el mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario