CONSIDERACIONES SOBRE "EL RENACIDO"

Pánico. Mucho pánico sentía al entrar a ver "El renacido", ya que dejé bien claro mi opinión sobre Alejandro G. Iñárritu tras ver su anterior película, la oscarizada "Birdman", sin duda la cinta más pretenciosa del pasado año pero sus doce nominaciones al premio hollywoodiense me hicieron replantearme mi propuesta de no volver a ver nada de este director.

Y no solo por "Birdman", es que ni "21 gramos" ni "Babel" me habían dicho nada en absoluto, salvo un considerable tedio y además las más de dos horas y tres cuartos que dura el largometraje me acongojaban pensando en un "ladrillo" pretencioso, lento, vacío y vacuo pero desde su primera secuencia deja claro que estamos ante algo distinto, pues a pesar de sus defectos, pienso que Iñárritu ha dirigido su mejor film hasta la fecha.

Y es que "El renacido" comienza de manera apabullante, con una batalla por unas pieles entre soldados e indios digna de las mejores películas bélicas, bien rodada, de forma espectacular y con unos movimientos de cámara bestiales, pues aunque nunca me ha gustado como narra el mexicano, es innegable que maneja la puesta en escena con soltura, con alambicados planos secuencia y una concepción visual personal y reconocible, lo mismo que sucede con otros realizadores venerados y odiados a partes iguales como Michael Haneke o Lars Von Trier. Polémicos pero esta es una de las características de los buenos autores, aunque no me gusten como Iñárritu y otros del mismo tenor pero tienen su sello distintivo.
Tras su magistral primera secuencia, al poco de la narración llega la lucha entre el explorador y un oso Grizzly que me temo que va a ser recordada con el tiempo, pues impresiona de verdad. Tras este arranque no podía creer que estaba viendo un espectáculo tan interesante del mismo señor que había conseguido aburrirme e indignarme con casi todas sus anteriores propuestas. Es verdad que no mantiene este inicio tan brutal y considero que el metraje es excesivo, a parte de unos cuantos planos de sueños oníricos que recuerdan, y mucho, al cine de Terrence Malick, en especial a "El nuevo mundo" y "El árbol de la vida". Mucho tiene que ver la fotografía de Emmanuel Lubezki, autor de la cinematografía de los filmes antes mencionados y que comenzó con Inárritu con "Birdman", pues es un descubrimiento de Alfonso Cuarón, con quien comenzó desde sus primeros cortos hasta la excelsa "Gravity". Se da la circunstancia de que con estos dos trabajos gano la estatuilla por lo que este año podría vencer en tres ediciones consecutivas, cosa que nadie ha conseguido. Su trabajo lo merece, se siente el frío y las condiciones climatológicas adversas y mejora el buen hacer de Robert Richardson en "Los odiosos ocho", con tratamiento similar al rodar con nieve, tormentas y ventiscas. Otro que vuelve al cine occidental es el compositor Ryuchi Sakamoto, del que hace bastante tiempo que no se estrenaba nada con su sello y que realiza una banda sonora acertada y correcta.

En cuanto a los actores, funcionan todos bien y cumplen su cometido aunque destacan el malo Tom Hardy, como secundario y Leonardo Di Caprio como protagonista absoluto, que funciona y es creíble pero ni mucho menos a como se le está ponderando su interpretación que se limita a colocar cara de intensidad en casi todas sus escenas. Aun así tiene bastantes posibilidades a conseguir su estatuilla, que lleva persiguiendo hace años. Ya veremos que sucede.
En fin, por fin  Iñárritu ha conseguido satisfacerme, si no plenamente a menos he disfrutado en muchos momentos, pasajes y buena parte de su metraje, y por lo que parece ha sido un rodaje infernal, con múltiples problemas con el equipo, con la meteorología y el presupuesto, pues en condiciones tan adversas rodar solo con luz natural parece un desatino, pero pienso que es una gran idea pues se nota en pantalla y consigue una espectacularidad no al alcance de muchos. Confío en que sus próximas propuestas estén a la altura de este "El renacido". No sé yo, pues visto el éxito de sus anteriores dislates. A saber. Ya veremos.