miércoles, 30 de marzo de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE "AY, CARMELA"

Cada vez más, el mundo del teatro aficionado en España tiene más demanda por lo que las compañías mejoran a pasos agigantados y pueden ofrecer montajes más que dignos, modestos en lo económico pero de una calidad encomiable y que consigue acercar el teatro a todos los públicos.


Ya que esta obra abría la Semana de Teatro Aficionado de San Fernando en el coqueto Real Teatro de las Cortes, lugar donde hace años que no veía una representación y que cumple con todos los requisitos para pasar una tarde agradable gracias a sus obras de mejora y modernización. Además de ser un evento de enorme éxito, ya que la gratuidad de las entradas hacía que no hubiese tickets disponibles desde hace tiempo. De hecho no conseguí ninguno, por lo que no iba a ver la obra pero como sucede en los eventos sin taquilla, me regalaron dos localidades de alguien a quien les sobraba. Una vez dentro del teatro pudo observar como había sitios libres, por lo que llegué a la eterna conclusión de que es mejor cobrar, aunque sea poco, pues lo que se consigue con el gratis total es que haya gente que le de igual, ya que toma todas las que puede por sí va "Fulanito" o "Menganito" y al final gente que lo desea no puede acceder por el lleno que no es tal.
Pero vistas esas consideraciones que poco tienen que ver con la obra, hay que decir que este montaje de "Ay, Carmela" cumple a la perfección con lo que se puede exigir al texto que José Sanchís Sinisterra escribió en 1986 y que se popularizó pocos años después con la película de Carlos Saura, con Andrés Pajares y Carmen Maura en sus roles protagonistas, aunque haya sidó Verónica Forqué quien más veces haya subido a las tablas a defender su Carmela. Obra interesante que cuenta la historia de dos cómicos en la Guerra Civil española, que de camino a Valencia son apresados por el bando nacional y deben preparar un espectáculo para las tropas, aunque no estén de acuerdo con la temática, el miedo de Paulino hacen que accedan a las pretensiones de los franquistas, ante la impotencia de Carmela, mujer mucho más valiente. Unos condenados a muerte republicanos precipitarán la tragedia.
Un montaje sencillo, con la caja casi desnuda, con una garrafa de vino y un asiento para las escenas de Paulino en la carretera y una proyección audiovisual con guerra para los momentos más dramáticos que junto al juego de luces consiguen adentrarnos de forma magistral en lo que se quiere contar, una puesta en escena magistral de Manuel Foncubierta que consigue con su eficiente dirección que el numeroso público entrase en el texto con facilidad, en una representación de menos a más. y con unos actores bien llevados y con muchos recursos interpretativos, con un convincente Cristóbal Vidal Bonmatty, tierno, cobardón y gracioso a la vez. Es lo que se pide a Paulino y lo lleva a buen puerto sin demasiados problemas. la Carmela de Lola García Sueiro es también un buen trabajo, espontanea, graciosa y sin apenas equivocaciones. lástima su falta de voz a la hora de cantar que lastra un poco su versátil interpretación pero como decían al final de "Con faldas y a lo loco" "- Nadie es perfecto-". Sobre ellos recae el peso de llevar a "buen puerto" el interesante texto y a fe que lo consiguen. Y sumado a un eficaz y simple vestuario, él con la misma camisa, chaleco, corbata y pantalón y ella con dos vestidos, uno confeccionado con la bandera republicana y otro de flamenca, hecho con retales como dicta la obra.
Seguiremos a esta compañía en el futuro, pues pienso que puede aportar su "granito de arena" en el complejo pero maravilloso mundo de la dramaturgia. Que bueno es siempre asistir al teatro y más cuando se ven las cosas bien pensadas, sin exceso de complicaciones y con el resultado satisfactorio.

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