CONSIDERACIONES SOBRE "EL LIBRO DE LA SELVA"
En esto de los "remakes" y nuevas versiones de antiguos clásicos hay de todo, algunas actualizaciones válidas que superan el original, trabajos dignos que aprovechan las nuevas tecnologías y despropósitos que nunca se debieron filmar. Este "El libro de la selva" pertenece, por suerte, al segundo grupo.
Y es que Disney tenía un serio problema en adaptar uno de sus mayores clásicos de animación. Todo un icono en el imaginario del espectador que han resuelto de la mejor forma posible; manteniendo el espíritu del original pero adaptándolo a estos tiempos que corren de decorados en croma y figuras creadas por ordenador. Y es que la verdad es que la cinta parece de animación, aunque con un personaje real, el niño Mogwli.
Leí de adolescente la serie de cuentos que escribió Rudyard Kipling y en las que se basa la historia, historias morales que por medio de animales antropomórficos nos enseñaban ciertas lecciones importantes sobre la vida. A pesar de que se modificaron personajes y se dulcificaron escenas, el espíritu del premio Nobel estaba ahí, sucedía en la versión de los sesenta y sucede en esta, donde la muerte se encuentra más presente y donde se han permitido el lujo de que la taimada serpiente Kaa sea una mujer, cosa más políticamente incorrecta no es posible y que me extraña que no haya desembocado en una campaña contra el largometraje. Kaa como el resto mantiene el tono de la anterior y así Baloo sigue siendo un "bonvivant", Bagheera, un ser racional que intenta cumplir y que se cumplan las leyes, el "Rey Loui", un "tarado" con ansias de poder y dominio y Shere Khan, un malvado y dictador basado en el terror y la venganza. Todo ello bien tratado por el guion de Justin Marks que hasta ahora llevaba una trayectoria mediocre y que ha conseguido realizar su mejor trabajo hasta la fecha.
El director es Jon Favreau, un actor, productor y realizador que consiguió su gran éxito con "Iron man" y del que pudimos ver en última instancia, el divertido pero onanista trabajo titulado "Chef" que consigue transmitir las enseñanzas morales mediante imágenes, creando un notable trabajo de esos denominados para toda la familia y que mediante el uso indiscriminado del ordenador se consigue adaptar los dibujos animados clásicos a esta "live action" que casi no lo parece, aunque para colmo la vi en tres dimensiones, por lo que la sensación de estar ante algo irreal se acrecentaba, por lo que la disfruté mucho y trajo buenos recuerdos. Todo ello aderezado por técnicos más que competentes y las dos canciones originales a ritmo de jazz que tan famosas se hicieron.
Propuesta más que recomendable, digna de encomio y que sirve de homenaje al 150 aniversario del nacimiento de Rudyard Kipling, uno de los grandes escritores que marcaron una época de mi vida donde pasaba de la edad infantil a la adolescencia y sus problemas. Nunca he tenido hijos y estoy seguro que no he madurado pero sí alguna vez hubiese tenido uno, le hubiese leído "Si", ese poema que el genio británico escribió a finales del XIX y que como homenaje dejo aquí en su original y su traducción. Sigue siendo el mejor poema para menores.
If— If you can keep your head when all about you Are losing theirs and blaming it on you; If you can trust yourself when all men doubt you, But make allowance for their doubting too; If you can wait and not be tired by waiting, Or, being lied about, don't deal in lies, Or, being hated, don't give way to hating, And yet don't look too good, nor talk too wise; If you can dream—and not make dreams your master; If you can think—and not make thoughts your aim; If you can meet with triumph and disaster And treat those two imposters just the same; If you can bear to hear the truth you've spoken Twisted by knaves to make a trap for fools, Or watch the things you gave your life to broken, And stoop and build 'em up with wornout tools; If you can make one heap of all your winnings And risk it on one turn of pitch-and-toss, And lose, and start again at your beginnings And never breathe a word about your loss; If you can force your heart and nerve and sinew To serve your turn long after they are gone, And so hold on when there is nothing in you Except the Will which says to them: "Hold on"; If you can talk with crowds and keep your virtue, Or walk with kings—nor lose the common touch; If neither foes nor loving friends can hurt you; If all men count with you, but none too much; If you can fill the unforgiving minute With sixty seconds' worth of distance run Yours is the Earth and everything that's in it, And—which is more—you'll be a Man my son! | Si... Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor la han perdido y te culpan a ti. Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti, pero también aceptas que tengan dudas. Si puedes esperar y no cansarte de la espera; o si, siendo engañado, no respondes con engaños, o si, siendo odiado, no incurres en el odio. Y aun así no te las das de bueno ni de sabio. Si puedes soñar sin que los sueños te dominen; Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo; Si puedes encontrarte con el triunfo y la derrota, y tratar a esos dos impostores de la misma manera. Si puedes soportar oír la verdad que has dicho, tergiversada por villanos para engañar a los necios. O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida, y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas. Si puedes apilar todas tus ganancias y arriesgarlas a una sola jugada; y perder, y empezar de nuevo desde el principio y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida. Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones, a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados, y así resistir cuando ya no te queda nada salvo la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!". Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud. o caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común. Si ni amigos ni enemigos pueden herirte. Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado. Si puedes llenar el implacable minuto, con sesenta segundos de diligente labor Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío! |
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