CONSIDERACIONES SOBRE "HANNIBAL"
Una de las series mas bestias, por lo que se cuenta y por cómo se cuenta, que he tenido la suerte de ver. Tres temporadas, que pudieron y debieron ser más y que narran desde un nuevo punto de vista las andanzas de uno de los psicópatas más reconocidos.

Luego llegaron la continuación "Hannibal" y la precuela "El dragón rojo", en la que de forma muy libre se basa la serie, ya que los principales personajes son los de esta última. Eso sí, uno de los puntos a favor es cambiar de raza o sexo a los secundarios y así el jefe del FBI Jack Crawford es Laurence Fishburne en vez de Harvey Keitel o Scott Glenn y Freddie Lounds es Lara Jean Chorostecki en vez de Philip Seymour Hoffmann. Ideas brillantes y que quedan magníficamente plasmadas en los diferentes capítulos. Además aparecen múltiples conocidos y guiños a las tres películas, así podemos saber de donde viene el célebre "sin cara" de "Hannibal" o "El dragón rojo" de la novela y la cinta homónima. Un guion estudiado y trabajado que además incorpora nuevos personajes como las Dra. Alana Bloom y Bedelia Du Maurier como psiquiatra del asesino 8y es nada menos que Gillian "Scully" Anderson).
El responsable es Bryan Fuller, un escritor y productor que nunca ha tenido suerte como creador y que ha visto como todos sus intentos han sido cancelados. "Hannibal" es su mejor obra pero se nota que había material para unas cuantas temporadas más y que sí solo se quedó en tres ha sido por la caída de público. Y es que no nos vamos a engañar; "Hannibal" no es para todos los públicos, ya que hay bastante gore, de diseño pero gore, y la antropofagia se convierte en alta cocina. Uno de los puntos clave es su consultor el chef español José Andrés. Hasta que descubrí que él era el responsable me sorprendía mucho el ver el jamón serrano cortado a bisturí y comido con tenedor o la tortilla Sacromonte de Granada entre los platos degustados. Una historia que comienza con un monstruo llamado "El destripador de Chesapeake" y desde entonces conoceremos de primera mano las atrocidades del Dr. Lecter y su comunión con Will Graham, un agente con la extraña facultad de reconstruir los crímenes poniéndose en el lugar del asesino y pensando como él. Desarrollado de forma espectacular por Fuller con una luz hipnótica y como Graham entra en la escena del crimen reproduciéndolo en su mente.

Grandísima serie, incomprendida por la audiencia y con la pena nos quedamos los que hemos sido seguidores, pues su tercera temporada resulta atropellada, ya que suceden demasiadas cosas en trece capítulos. Parece tres temporadas en una, pero aún así resulta genial, no tan perfecta como la primera pero igual de magistral que la segunda. La echare de menos.
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