CONSIDERACIONES SOBRE "AMOR"
Si con la entrada de "El lado bueno de las cosas" comentaba que esta se trataba de la comedia dramática independiente siempre nominada al Oscar al mejor film del año, hoy toca hablar de otro clásico, la europea que viene con la vitola de cine de calidad.; "Amor". La dirige, de forma magistral, el austriaco Michael Haneke, autor del que he visto, en mi opinión, la mejor versión de Kafka en el cine; "El castillo", incluso superior a "El proceso" de Orson Welles y otras notables películas como "Funny games", "La cinta blanca", con la que gano su primera Palma de Oro en Cannes o "Código desconocido".
Pero más que de la cinta, que me encantó, las consideraciones también van a hablar de más tema.
"Amor" trata sobre un matrimonio de ancianos, antiguos profesores de música que gracias a una enfermedad degenerativa en ella, pondrán su amor en juego, comprobando que el sufrimiento y la abnegación más absoluta puede doler mucho. Como se ve, es una historia que gira en torno al amor y a la muerte. Eso si, es un "dramón" sin contemplaciones, donde al salir del cine da la impresión de volver de un funeral que de una sala cinematográfica. Y es que Haneke, nunca ha dejado prisioneros. Sus filmes o son alabados o repudiados a partes iguales, cosa que es sintomático de un buen director.

Y es que antes de mi viaje a "El Celler de Can Roca", estuve el día anterior en Sevilla y tras comer en el barrio de Triana, me acerqué al mítico cine Cervantes de la calle Amor de Dios. Uno de esos cines de los que ya no quedan. Un cine con tradición. Única sala de unas quinientas butacas, con un escenario con caja teatral donde está su pantalla curvada y en la que uno se siente como volviendo a épocas pasadas. Y es que pienso en muchos cines donde he visto tantas y tantas buenas, bonitas, malas o regulares historias en lugares emblemáticos que no olvidaré jamás, mientras que imagino que me va a ser más complicado recordar otras "pelis" en la sala tal o cúal de cualquier multicine de centro comercial. Pero así son los tiempos y eso que llamamos progreso.

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