CONSIDERACIONES SOBRE "LA HABITACIÓN"
Siempre entre las nominadas a mejor película en los Oscars se cuela alguna de esas consideradas independientes, de presupuesto moderado cuando no pequeño y que aunque no suele ganar, solo el hecho de estar en la terna es ya un prestigio. Este año esa cinta era "La habitación".
A pesar del reconocimiento y la efímera fama ser nominado al Oscar a la mejor película o mejor director no es sinónimo de triunfo seguro en el futuro, como sucedió hace unos años con "Bestias del sur salvaje" que a pesar del relativo éxito, su autor Benh Zeitlin no ha vuelto a realizar ningún trabajo. Cosas de Hollywood.


Sobre este sórdido argumento se edifica el edificio que ha construido su responsable Lenny Abrahamson, realizador desconocido para mí y del que solo se había estrenado su anterior "Frank" y que aquí consigue un "espaldarazo" que puede resultar definitivo en su carrera, ya que a pesar de ser una dirección correcta, sin demasiados alardes, lo que sí posee todo el metraje es un ritmo magnífico que consigue que estemos compungidos durante buena parte de sus dos horas de duración, merced a un interesante e inteligente guion de Emma Donoghue, autora de la novela en la que se basa la película y que a pesar de la dureza del argumento, evita las truculencias y detalles más desagradables y aporta un tono que si bien no es optimista, tampoco llega a límites de desesperación y sufrimiento extremo.
El otro punto en que se cimenta "La habitación" es la excelente interpretación, sobre todo, de sus dos protagonistas: una Brie Larson, que es más que posible que nunca vuelve a tener un papel tan impresionante como este y que con justicia le ha dado un Oscar y el debutante Jacob Tremblay, uno de esos niños actores que veremos como desarrollan su carrera, iniciada de forma tan arrolladora, una entrada tan exitosa como no se recuerda desde Macauley Culkin, Daniel Radcliffe o Haley Joel Osment. Ellos sostienen la obra, con sus diálogos, sus miedos y su desconocimiento de un mundo ínfimo que no es la realidad, aunque la madre intente venderlo así a su hijo como una metáfora o adaptación a estos tiempos del mito de la caverna platónico. Y encima con una pléyade de secundarios magníficos y unos técnicos que mantienen el "tempo" y la tensión dramático y que por supuesto destaca el montaje de Nathan Nugent, que como sucede con el resto del equipo apenas conozco.
Buen cine y con unas correctas pretensiones, que junto con "Brooklyn" eran de las nominada a mejor película que intentaban no tener demasiado maniqueísmo en su mensaje, no como otros aceptables filmes como "Spotlight", "Marte" o "El renacido", el estupendo entretenimiento "Mad Max", la más que interesante "La gran apuesta" o la irregular "El puente de los espías". Un 2015 donde no había ninguna obra maestra entre las nominadas a mejor película pero con un tono medio más que aceptable. Veremos que sucede en el 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario