viernes, 7 de diciembre de 2012



CONSIDERACIONES SOBRE "EL MAPA Y EL TERRITORIO"


Soy un gran seguidor de las novelas de Michel Houellebecq, desde su primera obra "Ampliación del campo de batalla", sus obras maestras; "Las partículas elementales" y "Plataforma" o ese magnífico libro llamado "La posibilidad de una isla", he seguido su forma de entender el mundo. Su pesimismo en las relaciones entre los humanos, ese sexo descarnado, rozando la pornografía, esas críticas al pensamiento políticamente correcto que le han conseguido granjear el odio entre la izquierda "progre" o los puritanos religiosos. Y esto me lleva a pensar, que no están tan alejados estos dos sectores de la sociedad, pues al querer adjudicarse una concesión para construir un Eurovegas en la Comunidad de Madrid, tanto el representante del Partido Socialista, como el obispo de Getafe se oponían alegando los mismos motivos; el aumento de la prostitución y la droga. Y es que, tal como están las cosas y con ese pensamiento débil en buena parte de las capas de la población , ser "progre" comienza a ser un acto de fe.

Sobre "El mapa y el territorio" tengo que decir que Houellebecq ha vuelto a "dar en el clavo". Toda la novela  es un "canto al pesimismo". Como en el resto de su obra, los personajes son ricos, cuando no millonarios económicamente, aunque muy pobres en sus relaciones, y así las 377 páginas se convierten en una colección de visitas, despedidas, adioses y muertes. Narrada en tercera persona, con esa lucidez de la que siempre ha hecho gala el francés. La historia es muy interesante, pero como pienso hacer siempre no la voy a resumir, ni hacer ninguna sinopsis, con unos secundarios de auténtico lujo. Y ésto, ha sido otro de los puntos que más me han sorprendido, ya que uno de los secundarios más importantes de la novela, es el mismo; Michel Houellebecq, escritor. Lo cual es sorprendente, dejándonos helados y consiguiendo que se lea seguida, de "un tirón", ante la perplejidad de intentar descubrir al Houellebecq real y al Houellebecq personaje. Todo un acierto.
La crítica a la sociedad actual sigue estando presente y no es extraño encontrar impresentables directivos alcoholizados en fiestas, madres suicidas, empresas que comercian con la eutanasia, envidias en el mercado del arte. Vamos, lo que viene a ser vida.
Ya convertido en una estrella mediática, el autor de "Plataforma", se puede permitir el lujo de escribir lo que le apetece, cuando le apetece, por lo que sus geniales libros serán alabados por sus numerosos lectores, me incluyo, o criticados de forma furibunda. Pero este laberinto de emociones llamado "El mapa y el territorio" ha conseguido que tenga la sensación de haber leído un libro que será un clásico en el futuro. Como finaliza un artículo del Prinz, que aparece en la contraportada; ¡Larga vida a Houellebecq!

No hay comentarios:

Publicar un comentario