CONSIDERACIONES SOBRE "LA VIDA DE PI"


Tengo que empezar diciendo que siempre he sentido debilidad por el cine del taiwanés Ang Lee. Desde el impresionante final de "El banquete de boda", a la emoción contenida de "Comer,beber, amar", la absoluta genialidad de "Sentido y sensibilidad", esas delicadas rarezas llamadas "La tormenta de hielo" o "Cabalga con el diablo", a las muy taquilleras "Tigre y dragón" o "Brokeback mountain". Tan solo pienso que tiene un lunar en su filmografía que es "Hulk". Pues ante estos precedentes, esperaba con ansia la adaptación al cine de la famosa novela de Yann Martel. Y bien es cierto, que no me ha decepcionado en absoluto. De forma rotunda, tengo que decir que Ang Lee ha vuelto a realizar una película excepcional.

Técnicamente es soberbia, con un dominio del ritmo narrativo antológico, consiguiendo unos niveles de impacto visual muy difíciles de superar. Aquí las tres dimensiones están supeditadas a la historia y no al contrario, como ocurre con muchos de los filmes que utilizan esta técnica. Pienso que es un gran acierto no utilizar actores conocidos, ya que la mirada se centra es seguir esta deliciosa historia, a la que también mejora la estupenda banda sonora de Mychael Danna, músico de cabecera de Atom Egoyam y que trabajó antes con Ang Lee en "La tormenta de hielo".
De la historia cabe decir que es una narración muy políticamente incorrecta, ya que las religiones aquí salen muy bien paradas, cosa que huelga decir, en España es de forma casi práctica, un anatema.
Pero sin duda, lo que me deja sorprendido y boquiabierto es el ecologismo que manifiesta la película. Ante ese extraño "batiburrillo" actual donde se igualan a los humanos con las bestias o de forma directa, se anteponen a los animales a los hombres, aquí se trata de una forma muy diferente y así el padre de Pi le explica en una memorable secuencia a su hijo que "-los animales nunca serán tus amigos y lo humano que ves en la mirada de un depredador, no es más que el reflejo de lo que quieres ver-" u otro momento genial donde explica ante la difícil convivencia con el tigre que "-Le debo la vida, ya que el miedo que le tengo y el hecho de tener que conseguir comida para los dos, me mantiene alerta todo momento". Ojalá todas las cintas para todos los públicos fueran tan sobresalientes como "La vida de Pi", una propuesta tan inteligente como emocionante.