CONSIDERACIONES SOBRE "CAPITÁN PHILLIPS"
Si señor. Una estupenda película que espero que recaude un buen dinero en taquilla porque lo merece. Y era bastante fácil fastidiarla, pues su argumento es proclive a caer en el sentimentalismo más dulzón o en el maniqueísmo más simplista, pero gracias al acierto de su director esta odisea en alta mar se convierte en muy buen cine, en una propuesta a tener en cuenta al repasar la cartelera.
El artífice del gran resultado final es el realizador británico Paul Greengrass, un autor que cuenta entre sus más destacados trabajos un par de epopeyas de Bourne, la incomprendida "Green zone" y las formidables "Bloody sunday" y "United 93", la que para mi hasta ahora es la mejor historia rodada sobre los atentados del 11-S en Estados Unidos. De hecho, este "Capitán Phillips" entronca directamente con estos dos últimos títulos en la idea de no estigmatizar a los villanos y aunque en ningún momento se justifican sus actos, se intenta comprender las causas de sus brutales actos.
Aquí se trata de la toma del carguero mercante "Maerks Alabama" por un grupo de piratas somalíes. Y Greengrass vuelve a utilizar una forma de narrar muy cercana al documetal, por lo que en algún momento puede llegar a molestar los continuos movimientos de cámara, aunque, también es cierto, que eso acrecenta la sensación de agobio y claustrofobia. Lo cual, es una enorme virtud, pues la mayor parte del metraje de sus más de dos horas, se desarrolla en diferentes embarcaciones en alta mar.
Su parte técnica es brillante. Y eso que el rodaje tuvo que ser complicado, pues rodar en un barco no debe ser nada sencillo, pero la fotografía, montaje o banda sonora son utilizados de forma perfecta, pero destaca ante todo la puesta en escena que ha ideado Greengrass, con un inicio intimista en el que vemos las distintas despedidas de los protagonistas. Uno desde la confortabilidad del mundo occidental para tomar el mando el barco, despidiéndose de su mujer y el otro, desde la arenosa tierra de Somalia, dominada por los "señores de la guerra", despidiéndose de los suyos, antes de intentar "tomar" el barco en el asalto pirata.
Pero los aciertos no acaban ahí, pues además de el uso de la "camara en mano" antes descrito, incorpora una serie de planos picados impresionantes en grado sumo y una perspectiva de los personajes en la que no se definen por buenos y malos, por lo que se llega a la serena reflexión del azote de la piratería en el cuerno de África.
Sobre los actores destacan dos. Un inmenso Tom Hanks, al que hacía tiempo que no se le veía en una interpretación tan destacable. Compone un capitán recto, sereno y muy tranquilo, aunque siempre con la duda de si aguantará la terrible situación con tanta integridad y no se desmoronará, otro brillante logro de Paul Greengrass, y que no sería nada extraño que volviese a estar nominado en la próxima edición de los Oscars. El otro es el debutante Barkhad Abdi, un actor con perfil de corredor de fondo, que gracias a su físico tan delgado y a una notable mirada, compone un líder de los piratas convincente y muy bien llevado.
Una cinta que no creo que pase desapercibida, pues el suma un buen entretenimiento con su dosis de reflexión por un tema cada vez más de "moda" por desgracia. Aunque tal vez lo que me haya hecho pensar más, sea el aspecto psicológico de ciertas conductas y como en situaciones límite, podemos mantener la compostura o venirnos abajo con lo que puede condicionar las distintas elecciones. Puedo entender las lágrimas del capitán Phillips y puedo hacerlas mías.
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