jueves, 6 de noviembre de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "LOS BOXTROLLS"

Hay películas de animación para el disfrute de toda la familia e incluso para evitar a los infantes y acudir al cine en solitario, como ha ocurrido con estos Boxtrolls, ya que los que la vimos éramos adultos... o por lo menos es lo que dice nuestro carnet de identidad.
Y lo que más me llamaba la atención es el ser producción del estudio Laika, todo un especialista de este tipo de productos con joyas como "Los mundos de Coraline" y maravillosos entretenimientos como "El alucinante mundo de Norman".

Laika empieza a destacarse como la productora más importante en la animación con la técnica de fotograma a fotograma o "stop motion" en sana rivalidad con la británica Aardman, autora de "Wallace & Gromit" o "Piratas", pero creo que los trabajos de Laika son superiores y a la altura de los de Pixar en animación por ordenador o de Hayao Miyazaki y el Gibli studio en animación limitada.
Son historias muy oscuras, en mundos subterráneos, terroríficos o góticos pero donde los monstruos pueden llegar a ser benévolos, divertidos o los protagonistas. Como sucede aquí, ya que los Boxtrolls a los que alude el título son unas criaturas en principio horripilantes por equívocos, falsas leyendas y diversas mentiras cuando en realidad son seres de grandes sentimientos y bondad natural intrínseca. El problema reside en que el guión de Irena Brignull y Adam Pava, sin ser en absoluto malo, no llega a los límites de pesadilla y perfección de "Coraline" ni a la sana "gamberrada ochentera" de "Norman". Es muy agradable de ver, seguir y disfrutar pero se echa de menos un poco más de profundidad en los personajes. Aún así repito, que es una propuesta genial y muy recomendable para ver con o sin niños.
La dirección de un "hombre de la casa" como Graham Annable y un todoterreno como Anthony Stacchi es convincente y han sabido trasmitir ese mundo oscuro, victoriano, aunque la acción se sitúe en una Francia imaginaria llamada "Puente de queso" y donde ese lácteo es la moneda oficial, que recuerda a los creados por Tim Burton, con esa villa en colina, con casas expresionistas y aristócratas de levita y caras blanquecinas y alargadas. La dirección de arte es sublime y consigue que nos introduzcamos con rapidez en su historia y así la hora y tres cuartos de duración pasa en un suspiro y con gran deleite. Los innumerables gags también contribuyen, con un humor en su mayoría "blanco", no hay que olvidar que el principal destinatario es el público infantil,con algún golpe algo escatológico o tenebroso que consigue aliviar la "simplona historia" que está narrada casi en forma de cuento. Un cuento gótico pero cuento al fin y al cabo.
No me resisto a seguir viendo historias de dibujos animados o animación por ordenador o captura de movimiento. Siempre diferencio entre las demasiado infantiles y estas para poder ver toda la familia o las de adultos, en este último capítulo se debe mucho a la televisión y sobre todo a "Los Simpson" que ha marcado a toda una generación y de las que se han hecho mil copias, siendo las más evidentes "Padre made in USA" o "Padre de Familia". En el cine, mucho se debe además de al mundo creado por Matt Groening al antes mencionado Tim Burton, que consiguió a raiz del éxito de "Pesadilla antes de navidad" que los seres de ultratumba nos resultasen simpáticos y que pudiesemos ir al cine solos o acompañados de adultos sin que nadie nos mire como posibles pedófilos o con una excesiva falta de madurez. Ojalá mantuviésemos siempre la inocencia pero en este planeta egoísta donde la gente solo se une en tiempos de crisis y de forma bastante poco pacífica queda aislarse en pequeños reductos que nos permitan mantener la sonrisa y el buen estado de ánimo, como ver "Los Boxtrolls" en una sala oscura de cine.

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