CONSIDERACIONES SOBRE "LA VIDA SECRETA DE WALTER MITTY"
Esta que comentamos hoy, es la típica película que uno espera que funcione bien en taquilla, pues su mensaje inocente y "naif" está muy bien construido y resuelto. Los cimientos del edificio se sostienen, a pesar de la complejidad de la idea y lo sencillo que es caer en el más absoluto de los ridículos.
Y es que siempre he diferenciado los diferentes filmes entre buenos, malos, regulares y bonitos. "La vida secreta de Walter Mitty" entra dentro de esta última categoría. Historia de mediocres con espíritu de superación que consigue sus expectativas, gracias a una puesta en escena que funde la realidad con la fantasía, consiguiendo que creamos lo imposible. Y eso que es un remake de la película homónima de 1943, con Danny Kaye, Virginia Mayo o Boris Karloff, y que, por desgracia, no he visto.
Y éste, sin duda, es el gran acierto que ha tenido Ben Stiller como director, pues hubiese sido difícil de otra forma "colar" que un tiburón se puede espantar a golpes de maletín y otras secuencias similares. Lo mejor es que a pesar de su almibarada historia, todo se mueve con un metrónomo con una estética colorista y muy trabajada y una realización que conjuga el clasicismo con el videoclip o el anuncio publicitario en su realización, sin ningún tipo de problema y con muy firmes resultados. Y a pesar de no ser novedoso, las ensoñaciones de Walter Mitty son muy divertidas y gracias a ellas, como comentaba antes, sus inverosímiles situaciones acaban siendo creíbles y se ven con agrado.
En el aspecto técnico, además de la buena dirección de Ben Stiller, que desde "Reality bites" ha conseguido una filmografía bastante divertida, suman, y mucho, aparte del departamento de efectos especiales, muy medidos y que aportan dentro de la historia y no acaban convirtiéndose en los absolutos protagonistas, hay que destacar la banda sonora de Theodore Shapiro, muy bien secundada por unas canciones bien elegidas, la imponente fotografía de Stuart Dryburgh, que entre sus trabajos figura "El piano", "Retrato de una dama" o "El diario de Bridget Jones". Un técnico que aprovecha los grandes espacios naturales y los recursos que le ofrece la narración para demostrar su enorme talento, pero como sucede en los efectos visuales, también se encuentra conjugado dentro del resultado final, en parte gracias al magnífico ritmo y al portentosa edición de Greg hayden, habitual de Stiller, con el que ha trabajado en "Zoolander" o "Tropic Thunder".
Y en la dirección de actores, todos cumplen. Sin aspavientos, sin destacar memorables interpretaciones, pero uniendo para lograr el buen resultado final. Ben Stiller, también se guarda el papel protagonista, que resuelve sin grandes complicaciones, ayudado por "la chica", una semidesconocida Kristen Wiig y un gran plantén de secundarios encabezados por "el villano", Adam Scott, Shirley Mc Laine o Sean Penn.
Y ese espíritu inocente y "buenrollista", en la gran mayoría de los casos suele ser catastrófico, demasiado edulcorado e imposible de sostener, solo hay que pensar en las mil comedietas románticas que pueblan las pantallas y las televisiones cada año e incluso intentando la transgresión, es fácil naufragar como hace poco comenté a propósito de la obra teatral "La llamada". Por ello, me ha alegrado "La vida secreta de Walter Mitty", que consigue que nos evadamos durante dos horas de la rutina diaria, con buenos sentimientos, eso si, pero haciéndonos pensar que necesitamos alicientes en nuestras vidas para ser más felices. No basta con sobrevivir, tenemos que vivir. Me aplico el cuento.
Como podrá entender el lector de esta bitácora, entiendo que "La vida secreta de Walter Mitty" esconde un mensaje y nos está ofreciendo bastante más de lo que parece en su superficie. Con un tono ingenuo, pero ameno y muy divertido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario