martes, 4 de marzo de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "ROBOCOP (2014)

Una adaptación para los nuevos tiempos. Eso parece ser lo que han debido pensar los productores de este "remake" de "Robocop", uno de los clásicos de finales de los ochenta del cine de acción mezclado con la ciencia ficción y la crítica social.
Y esos "vientos nuevos" consiste en despojarle de buena parte de sus virtudes y enfocarla en una película para toda la familia. Se ha eliminado buena parte de las sangrientas y violentas escenas que poblaban el original y la mordaz crítica a parte de los poderes establecidos.

Y no es que esta versión actualizada sea un mal film. Ni mucho menos. Bien realizada por el brasileño Jose Padilha, el de "Tropa de élite", la gran mayoría de las secuencias de acción están bien elaboradas, posee un ritmo atractivo y se deja ver con agrado. Es verdad, que intenta ofrecer algo de crítica a ciertos estamentos de la sociedad pero ahí, si es cierto, que no termina de despegar, aunque buscando el rédito comercial y enfocándolo como un producto al que se pueda llevar a los niños, todo el sarcasmo y la ironía se queda, en buena medida, en el "tintero".
Y es que el original de Paul Verhoeven, ahondaba en interesantes reflexiones, convirtiéndose en una especie de disputa entre el individuo y las grandes corporaciones que buscando el máximo beneficio anulan al individuo y encima mezclado con unas dosis de violencia extrema y aderezado con mucho humor negro y toques, incluso, grotescos, como en buena medida ha sido una de las señas de identidad del realizador holandés, solo hay que recordar "Starship troopers", "El hombre sin sombra" o "Los señores del acero".
Aquí hay un pequeño intento pero no llega a funcionar, con algunos personajes muy impostados y demasiado sobreactuados. Un ejemplo claro es el presentador irascible de Samuel L. Jackson, un manipulador demasiado obvio y que apenas aporta nada, aunque el premio a la interpretación histriónica de la temporada habría que adjudicárselo a Michael Keaton, que no parece un ser de verdad, con tanta operación en la cara y gesticulando cada segundo que aparece en pantalla. Creo que es una de las peores creaciones de su dilatada e irregular carrera. Tampoco es que funcione demasiado bien el Robocop de Joel Kinnaman, solo cumple. Cierto es que el guión ha anulado esa dualidad entre máquina y humano que intentaba anular la Corporación OMNICORP y contra la que se rebelaba el interior de ciudadano que albergaba el personaje de Peter Weller. ¡Qué final con ese "Me llamo Murphy"! Al eliminar buena parte de esa lucha contra la que se debatía el policía de Detroit, los recursos dramáticos, de forma evidente, escasean. Para convertir a Murphy en una personaje de gran moral, han sustituido a Lewis y pasa de ser Nancy Allen a un compañero sin demasiado peso e interpretado por Michael K. Williams, al que se le dotan de buena parte del estereotipo de los policias negros. Así evitamos pensamientos lujuriosos o adúlteros, aunque se quede en el terreno platónico, que para eso se acentúa la relación con su esposa, interpretada por Abbie Cormish. Se le dota de mucho más peso al médico encargado de la creación, con un solvente Gary Oldman.
En cuanto los aspectos técnicos, correctos todos. Padilha ha contado con buena parte de sus colaboradores habituales y los créditos están plagados de nombres brasileños como la fotografía correcta, aunque algo oscura de Lula Carvalho, la banda sonora, que sin ser un horror, no soporta la comparación con la genialidad que compuso Basil Poledouris, de Pedro Bromfman o el divertido montaje, aunque claramente influenciado por el de su antecesora de Daniel Rezende y Peter Mc Nulty.
Aunque otra de las sorpresas que me ha deparado esta continuación, ha sido ver el cambio en el movimiento del cyborg y así pasa de ser un ser lento, con pesados movimientos a un atleta sobrehumano, capaz de alcanzar grandes velocidades o dar enormes saltos, como pasaba con los zombies de "Guerra mundial Z" y que aprovechando la fotogenia del protagonista, le despojan del casco en cuanto tienen ocasión. Así son los nuevos tiempos.
Y el eliminar la crítica social, es normal, pues parece una osadía luchar por los derechos del individuo contra el grupo. La gente "se le llena la boca" hablando de la libertad y el ciudadano pero luego siempre esperan la dádiva del gobierno de turno o la asociación con muchos semejantes para pedir, protestar o cualquier otra cosa, para perder la individualidad y convertirse en la "voz del pueblo", "la voz de uno solo" y otros términos tan peligrosos que anulan la capacidad del uno para convertirse en una pieza más de la maquinaria. Ya lo decía Schopenhauer en "El mundo como voluntad y representación" al afirmar que la vida de un hombre tiene el valor de una piedra frente al grupo. Normal que no pueda acabar este "Robocop", con esa declaración de ciudadanía y de rebelión ante quien nos intenta anular: "Me llamo Murphy".


4 comentarios:

  1. Magnífica crítica, Jose. Para mí Robocop de Paul Verhoeven es una buena película, una peli sobre el ser humano, sobre su identidad y sobre la soledad. Recuerdo que la vi en los cines Garden, donde también vi Los señores del acero. Y luego vi Desafio total en la Vaguada el mismo día que cumplía 16 años. Interesantísima la filmografía de Paul Verhoeven. También me gustó su versión sobre 'El hombre invisible': 'El hombre sin sombra', que mucha gente detestó. Me acuerdo del malo de Robocop derritiéndose implorando ayuda. Gran momento cinematográfico. Qué pena que descafeínen los grandes de los ochenta. Y parece que se están cebando con Verhoeven porque ya lo han hecho también con Desafío total.

    Arbalejo

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  2. Jose, quería decir, el gran y único cine Garden. Que era una sola sala.

    Arbalejo

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  3. Jajaja, qué ironía. No va y me dice tu blog al insertar un comentario que demuestre que no soy un robot y me pide ingresar unas letras. Si es que Schopenhauer tiene mucha razón.

    Arbalejo

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  4. Jajaja. Muchas gracias y estoy de acuerdo contigo totalmente.

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