sábado, 1 de marzo de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "HER"

Una maravilla fílmica, una delicia. Así de rotundo debo comenzar para hablar de esta extraordinaria película. Original y que encierra en su interior todo un cúmulo de aciertos, talento y buen hacer. Una de las más grandes sorpresas de la temporada.
Y si no fuese por esa maravilla llamada "Gravity", sería mi absoluta favorita entre las elegidas para ganar el Oscar el domingo pero la sitúo entre las mejores analizadas en esta bitácora, junto a las impresionantes "La caza" y "La gran belleza". Así de poderosa me parece esta historia que navega entre varios géneros.
La dirige el siempre interesante Spike Jonze, autor de las originales "Como ser John Malkovich" o "Donde viven los monstruos" pero que en esta se ha superado y ha firmado su, hasta ahora, obra maestra.
Y digo que navega entre varios géneros pues utiliza un escenario de ciencia ficción, un futuro no muy lejano, dominado por los múltiples usos de la tecnología y con poca comunicación entre humanos, como refleja el trabajo de su protagonista, Theodore, un redactor de cartas a mano, que piensa e imagina esas misivas para que sean enviadas a nombre de sus clientes. Lo que comienza como un ciencia ficción realizable va tomando un cariz de melodrama e historia de amor extravagante entre Theodore y un sistema operativo muy inteligente y que actúa como conciencia. Esta propuesta radical y curiosa se va transformando en uno de las mejores reflexiones sobre la soledad, vistas en una pantalla de cine.
Y realizado con una elegancia maestra, con un guión casi perfecto, que firma el propio Jonze, que mantiene el elevado tono narrativo durante las algo más de dos horas de duración, con una destreza y un buen hacer con la cámara y en la delicada puesta en escena, con una fotografía  sobresaliente de Hoyte van Hoytema, muy en la linea de los anuncios de televisión, con los reflejos del sol impactando en la cámara, dando el tono adecuado de historia romántica, una edición estupenda de Jeff Buchanan y Eric Zumbrunnen, que sin necesidad de usar flash back ni montaje paralelo consiguen hilar todo el complicado rompecabezas sin ningún problema y manteniendo la emoción a lo largo y ancho de la cinta. La banda sonora de Arcade Fire no será recordada en el mismo nivel pero cumple a la perfección su cometido.
Pero si los aspectos técnicos llegan a la excelencia, los actores son de una magnitud excelsa, encabezados por ese "animal cinematográfico" que es Joaquin Phoenix, uno de esos malditos que a pesar de su innegable talento para la interpretación es ninguneado casi siempre en las ceremonias prestigiosas. Aquí vuelve a emocionar con otra creación sobresaliente con una infinita cantidad de recursos dramáticos y una variedad de gestos y miradas al alcance de muy pocos. Él es el principal artífice del peso de la historia, aunque le acompaña otra de mis debilidades como es Amy Adams, a la que le empieza a suceder como a Joaquin Phoenix o Jessica Chastain y es eterna nominada y nunca ganadora de premios importantes. Es la tónica de los últimos tiempos, igual que antes jamás vencían los bellezones femeninos. Uno de ellos aparece aquí, como es Rooney Mara, que cada día se parece más a Jennifer Connelly.
Eso si, que extraño me resultó ver este tratado sobre la soledad en la sala del cine vacía. Solo yo poblaba la única localidad en la enorme estancia del multicine. Algo que ya empieza a ser habitual. Salí del cine con ese punto de nostalgia al sentirme identificado con lo que había visto en pantalla, pues a pesar de los muchos años que llevo conviviendo conmigo mismo y que me puedo declarar moderadamente feliz supongo que echo de menos, en algunas ocasiones, poder compartir mis viajes, mis experiencias y mi vida con otra persona. Todos tenemos esa capacidad para desear un complemento a nuestras vidas. eso si, procuro ser exigente y deseo alguien que mejore mi existencia. Ahora me siento vulnerable. Casi tanto como el Joaquin Phoenix de "Her".

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