domingo, 6 de julio de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "MONTY PYTHON, LOS MEJORES SKETCHES"

Ir al teatro siempre es una enorme alegría, si encima es un espectáculo tan divertido como este y en una sala tan coqueta como el Alfil de Madrid, el resultado no puede ser otro que pasar un divertidísimo espacio de tiempo donde en el mundo solo ocurre lo que sucede en el escenario.
En alguna ocasión, he escrito sobre lo mucho que me gusta la comedia representada, aunque en la actualidad lo que prime sean los monólogos, de los cuales no soy muy degustador, aunque "El cavernícola" me resulte simpático y muy divertido, tal vez porque se asemeje más a una obra clásica que a monólogo al uso.

El caso, es que este título no engaña a nadie, pues es lo que se va a ver representado. Un montón de sketches de los Monty Python, extraídos de su genial serie Flying circus y así durante una hora y media se sucederán sin descanso los diferentes números en forma de secuencia continua. Algunos son delirantes y la gran mayoría formidables, desde el inicial con la célebre canción de los camareros hasta el de la agencia de viajes, la tienda de animales o la explicación de modo docto de diferentes caídas para generar la risa. Está claro que a quien no le hagan gracia los Monty Python, no irá a verla o quien espere diferentes escenas de sus películas se sentirá decepcionado, aunque al final se cante el mítico "Always look on the bright side of life" de "La vida de Brian".
La traducción y adaptación corre a cuenta de dos compañías de notable importancia en el panorama teatral español como son Imprebis y, sobre todo, Yllana, que con muchos de sus espectáculos me ha hecho disfrutar desde hace unos cuantos años y viendo que representan este verano en el Festival de Comedías de El Puerto de Santa María, su reciente "The gagfather", volveré a disfrutar con sus alocados montajes.
Huelga decir que está muy bien adaptada al español y la puesta en escena es sensacional, enlazando, de forma magistral, las diferentes escenas, dotando de una continuidad apabullante al conjunto y resultando ingeniosa y amena en toda su duración. Si a esto le sumamos unos actores en permanente estado de gracia y la ayuda de una pantalla de video, llegamos a la conclusión que es una de las propuestas más i8nteresantes para pasar un buen rato entre amigos, o bien solo, como fue mi caso.
Y es que los Monty Python han sido un referente en mi vida. he visto todas sus películas, los diferentes Flying circus e incluso su divertido musical "Spamalot". John Cleese, Michael Palin, Eric Idle, Terry Gilliam, Terry Jones o Graham Chapman son nombres asociados al humor universal e influyentes en todo aquel que quiera dedicarse al humor absurdo. Ellos son los jefes.
Lo que también me encantó fue ver la cantidad de gente joven, menores de cuarenta y cinco años, que poblabamos las mesas del teatro Alfil. Y quien no conozca esta sala, tengo que decirle que ha leído bien, pues el Alfil, además de tener butacas, tiene unas cuantas mesas cerca del escenario y un servicio de bar antes de la representación, así que uno puede estar bebiendo muy animado una cerveza mientras se lo pasa bien con lo que esta sucediendo en el interior de la caja teatral. ¿Acaso, se puede pedir más?

No hay comentarios:

Publicar un comentario