CONSIDERACIONES SOBRE "CAZA AL ASESINO"

"A priori" uno no sabe bien que película se va a encontrar, pues Sean Penn es un buen actor, si le saben dirigir, pues de lo contrario suele estar sobreactuado, por lo que miedo me daba esta cinta de acción, aunque el tema es interesante y eso me lanzó al multicine.

Los oscuros intereses de las mineras en África, podía dar una extraordinaria película-denuncia, de las que Penn es un defensor acérrimo, como consiguió Meirelles en la magnífica "El jardinero fiel" sobre la novela de John Le Carre. Y así comienza la cinta, con unos personajes ambiguos, que por un lado dan una mano a Dios y otra al diablo.

El problema es que el interesante planteamiento, parece no ser lo más importante para Penn, que coproduce, coescribe e interpreta el papel estelar. Y se nota, pues de las casi dos horas que dura el largometraje, el noventa por ciento del tiempo aparece Sean Penn, con un exceso de primeros planos o de tomas donde se compruebe la excelente forma física y los poderosos biceps que ha conseguido. Y claro, como héroe de acción moderno, pues no cuela y todo el que la vea sospechará que no deja de ser un vehículo de lucimiento y un intento de replantear sus papeles, como ha conseguido Liam Neeson con sus últimos trabajos como la trilogía de "Venganza", "Sin identidad", "Non stop (sin escalas)" o "Caminando entre las tumbas". Por desgracia para Penn, no soporta la comparación y esta lejos de sus mejores trabajos como "Pena de muerte", "Mystic River", "Yo soy Harvey Milk" o "Un lugar para quedarse". Imagino que tras el previsible batacazo de taquilla, volverá al cine que le encumbró.

Tanto es el intento de imitar las recientes cintas de Neeson, que pienso que no es casual que el director de fotografía sea Flavio Martínez Labiano, encargado de "Sin identidad" y "Non stop (sin escalas)" y el editor Frédéric Thoraval, responsable de "Venganza". Puede que el primero esté por ser una coproducción con España y el segundo por ser compatriota del director Pierre Morel, cuya realización más conocida es... de nuevo "Venganza". Parece todo demasiada coincidencia.
La dirección está muy basada en la fórmula de primeros planos, planos medios y generales con explosiones que tan buen resultado le han dado a Morel, tanto en "Venganza" como en trabajos anteriores en cinematografía o cámara como "Taxi" o "Transporter". Un especialista de este género, pero que sin embargo parece limitado por Mr. Penn, que es quien monopoliza toda la trama, que como dije antes, no empieza mal, con unos hombres en el Congo, que parece que ayudan a construir un aeropuerto, cuando lo que en realidad hacen es vigilar los intereses de una minera y cuando el ministro decide romper los contratos le eliminan, abandonando el continente y a su novia, una médico de una ONG. Pasados los años, la empresa intentará acabar con todos los implicados en el crimen y Penn, que purga sus pecados en otra ONG, tendrá que sobrevivir ante el ataque de sus antiguos empleadores y poder dejar a los medios, pruebas irrefutables de lo que se hizo.Y toda esa segunda parte fracasa, con una colección de tópicos, escenas vistas una y mil veces o que provocan la carcajada, sin pretenderlo, como su inenarrable final en la plaza de toros de Barcelona.
Entre los actores muy pasados tanto Penn, como Javier Bardem, Ray Winstone y Mark Rylance y apagada y sin poder brillar Jasmine Trinca, la hija de Nanni Moretti en la fantástica "La habitación del hijo".
Lo que si que me ha llamado la atención es el tema de la minería, pues en la actualidad estoy enfrascado en el estudio de esta actividad, tras mi reciente viaje a República Dominicana, donde comprobé como una minera internacional llamada Falcondo quiere explotar Loma Miranda, lugar que debería ser declarado Parque Nacional y lleno de acuíferos y que de no parar sería trabajada "a cielo abierto", con el consiguiente impacto ambiental. Es curioso, como estos grandes conglomerados se han hecho multimillonarios en el Tercer Mundo, mientras occidente mira a otro lado. Como está sucediendo hoy mismo con el genocidio a los cristianos en zonas musulmanas.