CONSIDERACIONES SOBRE " CUATRO FANTÁSTICOS"
Hace ya unos años, concretamente en el 2005, llegaba una versión del célebre cómic de Stan Lee "Los cuatro fantásticos". Todavía Marvel no había tomado el control de sus adaptaciones al cine y la Fox era la encargada de acometer el proyecto. Fue un desastre.
Las expectativas generadas por la cinta de Tim Story, del que nada reseñable volvió a dirigir, salvo la olvidable secuela "Los cuatro fantásticos y Silver Surfer" (2007), pecaba de infantil y lejos de la ambientación lograda por los posteriores títulos del estudio.
Así que la Fox, poseyendo todavía los derechos, se une a Marvel para intentar sembrar la paz entre las productoras y conseguir un nuevo taquillazo que inicie una más que previsible nueva saga. Nada nuevo. El problema radica en este nuevo giro del universo marveliano, entre la oscuridad de Christopher Nolan y un argumento de largometraje de tres horas, pues hay que reconocer que estos nuevos "Cuatro fantásticos" poseen momentos interesantes y es de agradecer que intenten explicar como se llegan a convertir en superhéroes, pero, es curioso, que esa, en principio, virtud, se convierta en un gran defecto, pues las grandilocuentes escenas que uno espera ver en una producción de este tipo quedan relegadas al tramo final y de una forma atropellada. Nunca pensé que pudiese escribir esto, pues no me gustan los metrajes inflados y las cintas demasiado largas pero los cien minutos del film, se antojan insuficientes, ya que se pierde demasiado tiempo en la presentación de los personajes, que casi se convierte en el nudo de la trama para resolverlo rápido, mal y sin épica, cosa importante en historias de este tipo. Da la impresión que el resultado es una especie de prólogo de lo que llegará en próximas continuaciones y secuelas. Para esto no se necesitan tres guionistas, y uno de ellos tan afamado como Simon Kinberg, autor del libreto del "Sherlock Holmes" de Guy Ritchie o de un par de X Men.
Además de coescribir, dirige Josh Trank, realizador que saltó a la fama con "Chronicle" y que aquí se debate entre el entretenimiento serio y oscuro, tipo Nolan, como escribí más arriba, una ciencia ficción más adulta y la ligereza de planos, al público mayoritario al que va destinado. Esa dualidad, no conduce a nada positivo y lo que consigue es demasiado hincapié en temas superfluos y escenas intrascendentes y falta de espectacularidad y emoción, por comerse buena parte de la acción en secuencias discursivas. Una pena. Si hasta un villano tan siniestro como el Dr. Muerte resulta un triste remedo del original.
Actores correctos, técnicos competentes, salvo en lo que nadie pensaría, pues los efectos especiales son mediocres y todo el CGI es indigno de una producción de este calibre. Algo que choca, como sucede en las últimas de Clint Eastwood, donde el maquillaje deja bastante que desear. Esto acrecienta la sensación de falta de espectacularidad.
No sé hacia donde conduce esto pero empiezo a estar saturado de las historietas de superhéroes, incluso faltando a la cita de ver "Ant Man", aunque también tiene que ver el haber estado sin internet casi todo el mes de agosto, por lo que apenas he podido escribir en esta bitácora, aunque no hay mál que por bien no venga, he podido dedicarme a la lectura voraz, una de mis pasiones más queridas. Puede ser que por este motivo desee otro tipo de desarrollos, tramas e intrigas y empiece a hartarme estos "divertimentos" pasajeros, tan gratos de ver como sencillos de olvidar. Pero estas ambiciones mías chocan frontalmente con la realidad, donde una historia intimista, fracasaría en taquilla, ya que se convertiría en carne de descarga ilegal o en demasiado abstrusa para la mayoria de jóvenes espectadores, educados en la consigna, el "slogan" y la imagen frente al razonamiento pausado. Como indicó Chateaubriand en sus "Memorias de ultratumba", me encuentro a caballo entre el final de una época y el inicio de otra.
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