CONSIDERACIONES SOBRE "GRANDES ESPERANZAS"
Tengo que reconocer que lo que he leído de Charles Dickens me encanta. Parte de mi paso de la adolescencia a la mayoría de edad ha sido disfrutando de "Cuento de navidad", "Oliver Twist", "Historia de dos ciudades" o este "Grandes esperanzas". Dickens escribe de forma detallada, muy realista, con una acentuada crítica a la diferencia de clases en el contexto de la revolución industrial. Pero más que su estilo prodigioso, su denuncia a la concepción clasista de la Inglaterra victoriana y otros muchos factores técnicos, lo que más me gusta de sus libros son unos personajes antológicos o muy bien definidos y unas tramas geniales, muy emocionantes, con muchos toques de humor y una magia pocas veces encontrada en la literatura inglesa del siglo XIX. Por estos motivos no podia perderme esta nueva versión de "Grandes esperanzas".
De esta película de la que hoy me ocupo en esta entrada he visto múltiples versiones en cine y televisión, y más que se han realizado y que no he tenido la fortuna de visualizar, ya que como dije en el prefacio, adoro esta novela. Si tuviera que quedarme solo con una, sin duda elegiría la realizada en 1946 por David Lean y que en España se estrenó con el título de "Cadenas Rotas". Una absoluta obra maestra, como muchas de las filmadas por el gran maestro británico, que firma genialidades tales como "Breve encuentro", "Lawrence de Arabia", "El puente sobre el rio Kwai", "Doctor Zhivago","La hija de Ryan" o "Pasaje a la India" entre otras muchas producciones.


Y de la dirección de Newell, no se puede reprochar nada. Académica y solvente, buenos actores, buena ambientación y muy clásica en el estilo. Y ese, tal vez, es su principal "handicap"; no se borra, en ningún momento, la sensación de estar visionando una serie de televisión filmada en 35 milímetros con el sello de calidad de la BBC. Intenta crear belleza, mostrando un Londres sórdido, lleno de barro y con algunos personajes miserables que son el contrapunto perfecto a la elegancia en la que se mueve toda la historia, los actores son notables, con un estupendo Ralph Fiennes, una acertada "novia cadáver" de Helena Bonham Carter, el orondo y buen actor Robbie Coltane y una pareja protagonista muy valorable formada por Jeremy Irvine y Holliday Granger.

Como se puede imaginar el lector de esta bitácora, la fotografía del autor del habitual de Ridley Scott; John Mathieson, la música de Richard Hartley y todo el diseño de vestuario, dirección artística o montaje son correctos, aportando ese clasicismo y academicismo de los que hablábamos anteriormente.

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