CONSIDERACIONES SOBRE "ESPERANDO A GODOT"
Llevaba desde agosto, cuando hablé del "Julio César" de Shakespeare, sin ir al teatro, por lo que ya empezaba a tener ganas y están han podido quedar mitigadas , ya que anoche asistí a este nuevo montaje, de una obra tan imperecedera como el "Esperando a Godot" de Samuel Beckett.
La dirige Joan Font. director y fundador de la compañía "Comediants" y su idea de ambientarla en el mundo de los clown, me parece, sencillamente, maravillosa. Toda la sensación onírica, con esos diálogos repetidos, su carente significado y su falta de unidad dramática, tan propios del teatro del absurdo, se envuelven en un halo de misterio visualmente muy bello y difícil de olvidar.
El hecho de ser clown y utilizar los recursos sonoros de este gremio, entronca, de forma directa, con los grandes humoristas estadounidenses de los años veinte, treinta y cuarenta como Buster Keaton, Harold Lloyd, Charles Chaplin, Laurel y Hardy o los Hermanos Marx, pues no es casual que sean dos vagabundos como Chaplin, con una relación similar al "Gordo y el flaco (Laurel y Hardy) y con momentos tan divertidos como los del cambio de sombreros, en una escena muy parecida a la de "Sopa de ganso" de Leo Mc Carey, con los inmortales Groucho, Chico y Harpo.


De sobra es conocido el argumento. Dos vagabundos esperan junto a un árbol a un tal Godot, con el que tienen una supuesta cita, mientras esperan en vano, aparece un déspota señor con su esclavo y más tarde un muchacho para decir que Godot no vendrá ese día, aunque con probabilidad puede que al día siguiente. La acción se repite dos veces donde disertarán de diversos temas, sin que ocurra ningún hecho a destacar o demasiado relevante.

A mi me encantó este montaje, tanto como la obra. Ójala dentro de poco pueda volver a ver algo así o "Fin de partida". me gusta Beckett. ¡Qué le vamos a hacer!
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