CONSIDERACIONES SOBRE "A LA PARRILLA"

Pocas entradas he comentado sobre restaurantes y gastronomía, en un tipo como yo, que dedica bastante tiempo de su vida, en probar nuevos platos, visitar locales nuevos y disfrutar de la rica variedad que nos ofrece la cocina española. Así hemos pasado de Andalucía a Cataluña, pasando por Madrid y hoy nos dejamos caer por Extremadura, para comentar esta sorpresa carnívora, que he descubierto en la ciudad de Badajoz.

Hasta ahora, había comentado la rica comida en un mosto jerezano, para pasar una inolvidable velada en el mejor restaurante del mundo, según la guía de la prestigiosa revista británica Restaurant o una original y exótica comida en Madrid. Hoy nos centraremos en las carnes, concretamente en los dos estupendos chuletones de ternera que degustamos en este simple y muy convincente restaurante llamado "A la parrilla", un nombre que se convierte en toda una declaración de intenciones.

Tras otra visita a la ciudad pacense, ya había observado este pequeño y modesto local, del que me habían comentado maravillas, por lo que tras una rápida visita a la ciudad, un pequeño grupo de tres personas decidimos comer y comprobar si eran ciertas las aseveraciones manifestadas por oriundos de esta región.
El restaurante se encuentra muy bien situado, en la pequeña y coqueta calle Muñoz Torrero, en pleno centro de Badajoz, rodeado de mesones, bares y lugares similares para degustar carnes y productos típicos de la localidad.
Tras acomodarnos, no tuvimos que pensar demasiado, pues habíamos comprobado con satisfacción, un anuncio en la puerta, que ofrecía un chuletón de ternera de 750 gramos. La opción parecía lo más lógico.
Pero ya que nos encontrábamos en tierra de cerdo ibérico, no queríamos marchar sin probar ese manjar tan exquisito, esa obra maestra patria que es el jamón ibérico. Nos trajeron un plato con una ración bastante generosa y de un sabor indescriptible, con ese corte fino, pero sin ser traslúcido, con el que se puede saborear cada loncha, cada momento y degustar el sabor que ofrece el cerdo de pata negra, bien alimentado en los campos de la dehesa extremeña.
Entre la oferta de vinos que nos ofrecieron, acabamos eligiendo uno, que a mi personalmente, me gusta mucho. Se trata del "Habla del silencio", que tras su poético nombre se esconde un elegante, pero a su vez contundente caldo, perfecto para acompañar el jamón, pero también la carne. Para colmo, el "Habla del silencio" con su perfecta armonía entre las uvas syrah, cabernet sauvignon y tempranillo, se elabora por estas tierras de conquistadores, y a fe, que a nosotros también nos conquistó. Lo recomiendo con avidez, pues las múltiples veces que lo he catado, ha conseguido maridajes extraordinarios.
Pues una vez trasegado el jamón de ilustre apellido, nos enfrentamos al chuletón de homéricas proporciones. Decidimos "atacar" dos de estas codiciadas piezas de ternera y compartirlas entre los comensales. Y ahí aparecieron, los dos monstruos, acompañados de ensalada, patatas al horno y su salsa chimichurri. Los pedimos con algo menos del punto, para así intentar descifrar el sabor de la ternera.
Realmente estaba muy tierno y cortarlo era tan simple como la mantequilla, y esto no es una exageración ni una licencia poética, sino una realidad constatable, por lo que cada bocado era una intensa combinación de sabor, que solo las grandes carnes pueden dar. Además gracias a su ternura y suntuosidad, se hacía muy agradable de masticar y se alcanzaban cotas muy elevadas de disfrute. Preguntamos por la procedencia de la carne y nos afirmaron que se trataba de un matadero local, a las afueras de Badajoz, que de forma obvia, intentaré localizar en un futuro próximo.
Para rematar la faena, terminé con un flan casero, muy rico y donde se notaba que no habían escatimado con el huevo, lo cual es una cosa muy de agradecer. También probé la rica tarta de galleta que pidió otro comensal y que también es muy destacable.
Por lo tanto un pequeño lugar, que recomiendo a todo aquel que pase por esta ciudad fronteriza y con los atractivos de toda capital de provincia.